España

Crisis en el PSOE andaluz

Ferraz no logra que Susana Díaz «se quite de en medio»

Se medirá con el alcalde de Sevilla en las primarias que se celebrarán el 13 de junio

No son tiempos de política lisa ni de vaticinios infalibles, pero en Andalucía desde ayer hay un par de certezas: una, las primarias para elegir al candidato del PSOE-A a la Presidencia de la Junta en las próximas elecciones autonómicas se adelantarán, y dos, supondrán un combate entre al menos dos sevillanos. De un lado competirá quien no quiere quedar presa en la telaraña que algunos habían diseñado para ella con el fin de apartarla precisamente de ese duelo: la ex presidenta del Gobierno regional y todavía secretaria general de los socialistas andaluces, Susana Díaz. Desde la otra esquina del ring peleará el alcalde de la capital hispalense, Juan Espadas, quien ha terminado dando casi el paso al frente, tras semanas de mostrarse impasible ante las peticiones de los sectores críticos de la formación que abogan por renovar un proyecto que se ha resquebrajado tras perder el poder en diciembre de 2018.

Díaz convocó por la mañana la Comisión Ejecutiva Regional de la que salió una petición unánime, aunque entre acusaciones de que «se había hurtado el debate», hacia la dirección Federal de que se anticipara el proceso interno de selección. Antes, la dirigente socialista admitió en una rueda de prensa que durante meses había defendido lo contrario, que «en una situación excepcional como es la pandemia, la única prioridad tenía que ser la gente», el salir cuanto antes de la crisis sanitaria, «respetando» además «los calendarios» que el Comité Federal «había aprobado para renovar las direcciones de todos los órganos del partido»; y el que éste «afrontaba unas elecciones muy complicadas en Madrid» el pasado 4 de mayo (4M). Pero, «lamentablemente no pudo ser», dijo. Explicó que hubiera preferido abordar primero un debate sobre «las ideas» y luego el de «las personas», pero su pretensión se fue al traste cuando el miércoles se confirmó que Ferraz movería ficha tras el fiasco madrileño y se impuso el giro de guión «por responsabilidad» y para dejar de «erosionar» a una formación cuya labor de oposición al Ejecutivo de PP y Ciudadanos (Cs) que capitanea el popular Juanma Moreno ha quedado opacada por el «ruido» orgánico.

Díaz confiaba en poder hablar con Pedro Sánchez en algún momento, dado que como ya informó LA RAZÓN, el día anterior, con los tambores de guerra sonando, intentó contactar con él a través de un mensaje, pero sin lograrlo. Sí habló con el secretario de Organización del partido y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, pero éste no la puso sobre aviso de los planes de Ferraz para la federación andaluza del PSOE, la más numerosa del Estado, «con más de 44.000 militantes», como recordó la propia Díaz.

No pudo reprimir un comentario en torno al 4M: «Algo no se estará haciendo del todo bien, cuando miles de ciudadanos nos han vuelto la espalda», disparó, en un contexto de «lucha» contra la «ultraderecha», cuyo inicio enmarcó en Andalucía hace dos años. Y lanzó otro mensaje desde la sede regional del partido, ubicada en la sevillana calle San Vicente, dirigido hacia la madrileña Ferraz: confía en que se abra un proceso «transparente y con garantías», «sin empujones» en el que sean los militantes los que «tomen la decisión en libertad, sin imposiciones y con autonomía». «No hay más salida que la unión», mantuvo. Y martilleó con la idea de «un militante, un voto», tras esquivar las preguntas sobre si teme que haya injerencias desde los órganos federales y que éstos no se mantengan neutrales durante el proceso. Desde su entorno indican que «todo apunta a que no lo serán», ya que lo que buscan «parece que es que Susana se quite de en medio», movidos por sordos latidos de rencores pasados.No tiene intención de hacerlo, lo ratificó.

La dirigente socialista reclama un proceso «sin empujones» en el que los militantes puedan elegir «en libertad»

En un punto distinto de la provincia, la localidad de Alcalá de Guadaíra, el otro protagonista del día, Espadas, acompañó en un acto a la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo central, María Jesús Montero. Allí tomó la palabra para aseverar que le satisfacía el que «se haya escuchado a la militancia», aunque aún no se ha pronunciado; y para apuntar que, a su juicio, el que aquélla se exprese «no genera ruido, sino ilusión», reprochándole a Díaz sus alusiones a las interferencias. No se puede considerar que oficializara su candidatura, lo que hará una vez que Ferraz haya puesto en marcha del todo la maquinaria de las primarias, pero proclamó que «los compañeros» lo tenían a «su disposición» para «construir», «escuchar» y «conseguir convertir» los proyectos políticos municipales socialistas que salpican la región en un «gran proyecto regional en el que estará». Cree que las primarias serán el «revulsivo» que impulse al PSOE para recuperar el Gobierno de la Junta, manifestó. «A buen entendedor, pocas palabras bastan», transmitieron luego a este diario fuentes de su círculo.

Con todo, habrá que seguir captando señales porqueotras fuentes del PSOE-A no descartaron que «haya más aspirantes en liza». De hecho, Montero manifestó que «cuanto más candidatos» se presenten al proceso para designar al cabeza de cartel electoral socialista «mucho mejor».

La última secuencia de la jornada hubo que agregarla procedente de Madrid. Finalmente la Ejecutiva Federal en su reunión de por la tarde dio luz verde a la propuesta que partió de Sevilla y la votación tendrá lugar el 13 de junio, con lo que habrá tiempo para desplegar todos los puntos estatutarios ligados a las primarias. «Va ser ilusionante», garantizaron algunos socialistas cansados de «demasiado tiempo» de «revoloteos» y «rumores».