De manera definitiva

La UE da luz verde al mandato que abre las negociaciones sobre Gibraltar

España ha cedido a la agencia europea Frontex al control fronterizo si desaparece la Verja

Ciclistas pasan por la frontera con Gibraltar, en la Línea de la Concepción, Cádiz. EFE/A.Carrasco Ragel.
Ciclistas pasan por la frontera con Gibraltar, en la Línea de la Concepción, Cádiz. EFE/A.Carrasco Ragel.A.Carrasco RagelEFE

Los Veintisiete han dado hoy luz verde al mandato negociador sobre Gibraltar, lo que supone el pistoletazo de salida de las negociaciones entre la Comisión Europea y el Reino Unido sobre la situación en la que quedará el Peñón tras el Brexit, ya que el marco jurídico actual es tan sólo transitorio. Uno de los aspectos más espinosos de este nuevo acuerdo es el control del movimiento de mercancías y personas a través de las fronteras terrestres de la roca.

El paso de hoy ha sido un mero formalismo ya que la semana pasada los embajadores de los Veintisiete ya habían dado luz verde a este nuevo mandato en el que se han introducido cambios respecto al texto provisional adoptado por la Comisión Europea en el mes de julio.

Aunque el texto no es público, fuentes diplomáticas explican que España ha cedido a Frontex el control fronterizo con Gibraltar durante cuatro años si las actuales negociaciones derivan en la desaparición de la Verja. Aunque las obligaciones del control fronterizo recaerían sobre España, la agencia europea asistiría a España en esta labor dentro de su mandato.

En realidad, esta cesión española ya había sido acordada en las negociaciones bilaterales entre España y Reino Unido, pero no aparecía recogida en el mandato negociador publicado por la Comisión Europea antes de la pausa veraniega. Esto hizo que Reino Unido entrara en cólera ante lo que consideró una traición española ya que sobre el papel el control de la frontera en el aeropuerto y el puerto seguía correspondiente a España y el uniforme de los agentes que realizarán esos controles es una de las obsesiones británicas.

El pasado 22 de diciembre el Reino Unido advirtió estar preparándose para una solución “no negociada” sobre el estatus de Gibraltar ante la posibilidad de que las negociaciones acaben fracasando, en lo que puede ser interpretado como una maniobra de presión para que el nuevo mandato negociador reflejase las demandas británicas.

“Es importante que tratemos de hacer progresos, pero pienso que es igualmente importante que al mismo tiempo hagamos preparativos en ese sentido”, advirtió ante un comité de la Cámara de los Comunes la secretaria de Estado británica para Europa y las Américas, Wendy Morton.

Por lo tanto, estas cambios a priori facilitarían el acuerdo. Fuentes diplomáticas españolas se han mostrado en los últimos días optimistas sobre la posibilidad de que éste sea rápido, a pesar de que las relaciones entre Bruselas y Londres no atraviesen su mejor momento. debido a los problemas en la aplicación del Protocolo de Irlanda tras el Brexit. Reino Unido incluso ha amenazado a la UE este lunes con activar el artículo 16 del Protocolo, lo que supondrían su suspensión, como modo de obligar a la UE a renegociar este apartado que tantos quebraderos de cabeza dio durante las negociaciones del divorcio. Hasta el momento, Bruselas tan sólo ha aceptado pequeños cambios para hacerlo algo más flexible y se opone a las peticiones británicas.

Durante el mandato negociador del Brexit, España consiguió que cualquier disposición sobre la relación futura respecto a Gibraltar tuviera que recibir el visto bueno de España. Esta premisa se mantiene en la situación actual y cualquier acuerdo al que lleguen los Veintisiete y Bruselas también necesitará el visto bueno de nuestro país.