Pandemia

Aguirre recuerda que en la etapa socialista se perdieron 7.000 sanitarios

El PSOE advierte a la Junta de que «le va a salir por las orejas la indignación de la gente» mientras que los sindicatos anuncian protestas si no se pactan mejoras

El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en comisión parlamentaria
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en comisión parlamentariaALFREDO DE ANCALa Razón

La sanidad pública andaluza, especialmente la atención primaria, está tensionada en esta sexta ola de la pandemia. «Tenemos un problema», aseguró el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, reconociendo así las dificultades que atraviesa el primer escalafón asistencial, aunque defendió el refuerzo en personal y reprochó a una oposición encendida la ausencia de Presupuesto para este año y de un fondo covid del Gobierno central. Aguirre compareció a petición propia en comisión parlamentaria para dar cuenta de la situación de la sanidad pública, marcada por el «tsunami» de contagios diarios por la variante Ómicron.

El consejero señaló que la relación entre los médicos y los pacientes de la atención primaria «se normalizará en las próximas dos o tres semanas», cuando disminuya la incidencia de la sexta ola, y recordó que en las últimas legislaturas socialistas se perdieron 7.000 puestos de trabajo en la sanidad, mientras que el Ejecutivo de Juanma Moreno ha creado un total de 21.000 en tres años

«Las cifras son tozudas. Hemos contratado más que antes y lo estamos haciendo a pulmón», subrayó Aguirre, además de criticar las plataformas de alcaldes socialistas que han venido conformándose para denunciar las sombras en la asistencia sanitaria. «Estoy en la gestión, no en campaña electoral», insistió, además de recordar que los protocolos que se están aplicando en la gestión de la pandemia van en consonancia con las directrices del Ministerio de Sanidad y con las actuaciones que se llevan a cabo en otros países.

Sin embargo, la oposición cargó duramente contra su departamento y reprochó al Gobierno andaluz que se negara a convocar un Pleno extraordinario sobre sanidad, con la comparecencia incluso de Moreno. Vox habló de «situación crónica» y aludió al «clamor» existente por las deficiencias en la atención y las demoras. Su portavoz, María José Piñero, aseguró que el Gobierno andaluz «es negacionista porque niega el estado actual de la sanidad». Junto a ello, exigió una mayor «vigilancia sanitaria» en nuestras fronteras. Por su parte, Unidas Podemos criticó que existe una «indignación transversal». «Dicen que hay más personal y es mentira, lo que habrá son más contratos», subrayó Inmaculada Nieto. Además, recordó que en 2020 y 2021 la Consejería de Salud cerró presupuestariamente «con superávit», por lo que «les ha sobrado dinero».

Por su parte, el PSOE censuró el «cinismo e hipocresía» de Aguirre porque «les sobra 2.600 millones del último Presupuesto» y acusó a la Junta de «destruir lo que nos hace iguales». «Este tema se le ha ido a las manos porque la gente lo está pasando mal», incidió la portavoz parlamentaria socialista, Ángeles Férriz, además de señalar que «les va a salir por las orejas la indignación de la gente».

«Moreno no tiene dónde esconderse», criticó, además de censurar la gestión de la pandemia en esta sexta ola, con positivos «autodiagnosticándose» y, si un niño se contagia, «la familia se tiene que buscar la vida». «Sois la peor pandemia para Andalucía, un peligro para la sanidad pública», dijo indignada, además de señalar que «Moreno ha dejado tirados a los alcaldes» durante la pandemia.

El descontento también parte de los sindicatos. Las centrales CC OO, UGT y CSIF advirtieron en la Mesa Sectorial del Servicio Andaluz de Salud de que «si no se cumplen los acuerdos firmados y se negocian mejoras», volverán «de inmediato las movilizaciones de sanitarios en la calle».