Medio Ambiente
LifeWatch ERIC asume la responsabilidad de dar soporte tecnológico para investigar cualquier vertiente de la biodiversidad y los ecosistemas
Favoreciendo, desde Andalucía, la toma de decisiones con el fin de afrontar el cambio climático
“Hemos asumido la responsabilidad de organizar y desarrollar un hub mundial de conocimiento sobre biodiversidad, en cooperación con numerosos organizaciones internacionales. Estamos aplicando la integración de tecnologías innovadoras para unir recursos múltiples y diversos, y que sean accesibles en todo el mundo de manera fácil”. Así expresó su satisfacción Christos Arvanitidis, Director General de LifeWatch ERIC, el consorcio europeo de infraestructuras científicas digitales e interconectadas, que tiene su sede institucional y tecnológica en Sevilla, y que es una de las entidades más implicadas en la puesta en marcha de BiCIKL (Biodiversity Community Integrated Knowlegde Library), la red mundial de datos, recursos y servicios abiertos para conformar la librería global de la biodiversidad y los ecosistemas.
BiCIKL es un proyecto apoyado con 5 millones de euros por la Comisión Europea para su articulación completa antes de Mayo de 2024, y cuya primera reunión presencial para armonizar criterios y bases técnicas ha tenido lugar del 2 al 4 de Mayo en Sevilla, en la Casa de la Ciencia (CSIC).
Representantes de 14 prestigiosas instituciones internacionales de investigación, procedentes de 10 países europeos, más Estados Unidos y Canadá, han participado en estas jornadas técnicas de puesta en común para construir un portal de conocimiento sin precedentes, con todos los recursos localizables, accesibles, interoperables y reutilizables a disposición de investigadores, científicos, administraciones públicas, empresas, ciudadanos. Para dar soporte a la toma de decisiones a tenor de los paradigmas de sostenibilidad y economía circular dictados por el Pacto Verde Europeo y los ODS 2030. Con todos los datos legibles por las máquinas y sistemas informáticos, gracias a identificadores unívocos de especímenes, tratamientos genómicos, observaciones, taxonomía y publicaciones. Mediante técnicas potentes de big data, blockchain (LifeBlock), sensores en remoto, inteligencia artificial y deep learning.
Entre las entidades participantes en BiCIKL, además de LifeWatch ERIC, están el Global Biodiversity Information Facility (GBIF), con sede central en Dinamarca; el CERN, la organización europea para la investigación nuclear, con sede central en Suiza; el European Molecular Biology Laboratory, con sede en Alemania; Pensoft Publishers, con sede en Bulgaria; el Stichting Naturalis Biodiversity Center, con sede en Holanda; el Museo Nacional de Historia Natural de Francia; el Tartu Ulikool, de Estonia; la Universidad Libre de Berlín; Species 2000, del Reino Unido; el Instituto Suizo de Bioinformática; el Consortium of European Taxonomic Facilities, con sede central en Bélgica.
Infraestructura digital diseñada desde el Parque Científico Tecnológico Cartuja
La impronta andaluza en la fundamentación tecnológica y organizativa de este proyecto está también en el nombre elegido, AstarteWatch (evocando a la diosa fenicia Astarté, venerada como la madre naturaleza por las culturas íberas, incluida la tartésica) para denominar a la plataforma digital de infraestructura distribuida que dará soporte para todo el mundo a BiCIKL. Diseñada por el equipo tecnológico de LifeWatch ERIC desde su sede en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja, en el edificio que fue Pabellón de Italia en la Expo’92. El Director Tecnológico de LifeWatch ERIC, Juan Miguel González Aranda, ha presentado en estas jornadas a los representantes de las demás entidades del partenariado de BiCIKL cómo se ha configurado AstarteWatch como viga maestra para materializar y sustentar esta red global de conocimiento e investigación colaborativa.
AstarteWatch es una infraestructura de tecnologías de la información y la comunicación en la nube concebida como IaaS (infraestructura como servicio), PaaS (plataforma como servicio) y SaaS (software como servicio). Todo a disposición de toda la comunidad mundial vinculada a biodiversidad y gestión sostenible de los ecosistemas. Ya sean investigadores, tecnólogos, gestores medioambientales, administraciones públicas con capacidad de decisión sobre el medioambiente, empresas, emprendedores (por ejemplo, en el ámbito rural, en el urbano, o en los mares), y el conjunto de la ciudadanía.
Juan Miguel González Aranda, que además de Director Tecnológico de LifeWatch ERIC es su Director para España, explicó que “afrontamos el desafío mundial de agrupar datos, softwares y personas para conformar la gran librería que permita entender mucho mejor el impacto del cambio climático en cada uno de los ecosistemas y en la biodiversidad. Abarcando todas las escalas: desde la microbiana a la planetaria. Esto va a ser muy importante para ayudar a conseguir ser más eficientes en la toma de decisiones. Vamos contrarreloj en la necesidad de adaptarnos al cambio climático. Y si no tenemos datos de calidad, mal podríamos afinar en las conclusiones para después decidir qué hacer”. Todo es muy complejo, pero ya disponemos de tecnologías y de expertos que asociar”.
En esa línea, Juan Miguel González Aranda recuerda que “las dos principales estrategias políticas de la Unión Europea hoy en día son el pacto verde y la digitalización. LifeWatch ERIC une ambas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y para nosotros es un orgullo que desde Andalucía asumamos la responsabilidad de dar soporte operacional a la creación de BiCIKL como red mundial, a su consolidación y a su mantenimiento en el futuro para siempre cuando el proyecto de su estructuración haya concluido”.
Trabajo conjunto de expertos de Europa y Norteamérica
A lo largo de los tres días, en las sesiones de trabajo, coordinadas por el búlgaro Lyubomir Penev, de Pensoft Publishers, han presentado contribuciones para materializar conjuntamente el proyecto más de 30 expertos en facetas diversas de la investigación y la transferencia de conocimiento, como el norteamericano Kyle Copas, director de los servicios de comunicaciones del Global Biodiversity Information Facility (GBIF); la tecnóloga Nicky Nicolson, del Real Jardín Botánico británico, que está en Kew Gardens, en Londres, donde trabaja en las soluciones de arquitectura informática; David Shorthouse, manager de las bases de datos sobre biodiversidad de la Agencia de Agricultura y Alimentación de Canadá; Guy Cochrane, director del Archivo Europeo de Nucleótidos, desde el Instituto Europeo de Bioinformática, y Ana Casino, directora ejecutiva del Consorcio Europeo de Información sobre Taxonomía, con sede en Bruselas.
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