Tribunales

La jueza reprocha a la abogada de la familia de Marta que esté “montando un circo”

Tensión en la última jornada del juicio contra el Cuco, primero entre el tribunal y la letrada y después entre las partes. Agustín Martínez: “La acusación patalea”

La jueza Olga Cecilia Simón, encargada de dirigir el juicio contra Francisco Javier García Marín, el Cuco, y su madre, Rosalía García Marín
La jueza Olga Cecilia Simón, encargada de dirigir el juicio contra Francisco Javier García Marín, el Cuco, y su madre, Rosalía García MarínJulio MuñozAgencia EFE

La última sesión del juicio contra el Cuco, encubridor del asesino de Marta del Castillo, ha contenido varios episodios de tensión verbal muy evidentes, más allá del encuentro entre los padres de la víctima y el amigo de Miguel Carcaño. Tantos han sido los conflictos que hasta la jueza ha llegado a discutir con la abogada de la familia de Marta cuando esta intentaba hacer preguntas que, según la magistrada, no eran pertinentes.

“Está usted montando un circo de donde no lo hay. ¿Es usted profesional?”, le ha preguntado la titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Sevilla, que por la baja del juez que dirige el número 7 ha tenido que encargarse de este caso. “Estamos aquí para un delito de falso testimonio”, le ha reiterado, al vislumbrar que la acusación popular estaba intentando que se hablara de la desaparición del cuerpo de Marta.

“Me está negando la prueba. Se me ha negado el derecho a la defensa. Los acusados han reconocido los hechos de la Fiscalía, pero no los de la acusación particular”, ha replicado la letrada, Inmaculada Torres. “No voy a montar un circo”, había dicho la jueza justo antes.

Minutos más tarde, la magistrada se ha pronunciado en términos algo más empáticos. “Es lógico, coherente y humano que no se pueda desligar un caso del otro, pero la ley es la ley y si los acusados reconocen los hechos, ya no hay más pruebas”, ha reflexionado al hilo de su rechazo a que se practicaran la declaración de Carcaño y la del hombre que la familia de Marta contrató para que se infiltrara en el entorno del Cuco.

Al comienzo de su informe, Torres también ha firmado la paz: “Con todos los respetos para su señoría, en ningún caso ha sido mi intención faltar al respeto al tribunal. Es más, mi admiración por la labor tan complicada que desempeña”. De todas formas, ese principio ha dado paso al rifirrafe jurídico entre la acusación y las defensas, un clásico de la mayoría de los juicios.

En este sentido, Torres ha criticado que las defensas pidieran la atenuante de dilaciones indebidas. “Estamos hablando de unos hechos muy graves. Y después de burlarse tantas veces de la Justicia, que no pretendan ahora conseguir beneficios de la Justicia. Esto puede servir de ejemplo a otras personas de que mentir a la Justicia puede salir gratis”, ha lamentado. “Eso es rizar el rizo. Fue su actitud la que retardó toda la instrucción. No quisieron que declarara el infiltrado, intentaron excluir a la acusación particular... Han sido todo obstáculos. Y no puede ser que, con todas las piedras que han puesto en el camino, pretendan beneficiarse ahora de las dilaciones indebidas”, ha agregado.

El abogado del Cuco, Agustín Martínez, ha sido incluso más duro en su informe. “Nadie en este país puede no sentir empatía por la familia de Marta. Perder a una hija es lo peor que puede ocurrir. Pero este proceso no tiene nada que ver con eso. Y por primera vez en treinta años de ejercicio, uno se encuentra con la hostilidad del denunciante cuando el denunciado reconoce los hechos y eso no le basta”, ha alegado, para después opinar que esa postura obedecía a que “el objetivo de este juicio no era saber si se cometió falso testimonio”. “Y ahora la acusación patalea y dice que no le vale cuando se le da la razón”, ha añadido.

En cuanto a la solicitud de abrir otra investigación por un delito contra la integridad moral por guardar silencio y no responder a más preguntas tras reconocer el falso testimonio, Martínez lo ha considerado “el colmo”. “A la ilustre compañera le ha faltado imputarnos a los abogados. Hasta dónde vamos a llegar... Es algo impropio e improcedente”, ha denunciado.

El letrado defensor tampoco se ha arredrado ante la Fiscalía, a la que ha acusado de estar en el proceso por la presión social y mediática. “¿Dónde estaba cuando empezó la instrucción? Está aquí porque estéticamente no tiene más remedio ante la sociedad. ¿Pero por qué no investigó? Seguramente porque no era delito”, ha indicado.

Según Martínez, la mentira en el juicio por el asesinato “no indujo a error” en la sentencia porque esta ya recogía que el Cuco sí había estado en el piso donde Marta fue asesinada. En su opinión, la acusación no estaba centrada en ese asunto y sí en convertir el juicio en “un instrumento”. “Por eso daba igual que Francisco Javier reconociera los hechos. A la parte contraria le interesaba que los negara porque daba pie a más actividad probatoria, que era lo que de verdad le interesaba”, ha dicho, en alusión a la declaración de Carcaño y la posibilidad de que revelara dónde ocultaron el cuerpo de Marta.

“Entiendo que es razonable que la familia intente conseguir lo que quiere por lo civil o lo criminal, pero este no es el camino. Y el que le venda que es el camino los está llevando por el engaño”, ha asegurado. “Eso no es jugar con buena fe procesal. Es legítimo desde el interés de unos padres deshechos por un atroz crimen, pero los que vestimos una toga debemos actuar con buena fe”, ha continuado.

“Aquí no se puede venir a buscar lo que no se va a encontrar. La verdad está en la sentencia del asesinato. Este no era el sitio. Y además clama al cielo que digan que las defensas no querían que declarara Carcaño. Ha sido la jueza la que ha rechazado esa prueba”, ha recordado, aunque a lo largo de la instrucción hubo varios intentos de esa parte de que el asesino, en efecto, no participase en este juicio.

Del mismo modo, Martínez ha rechazado que este juicio pueda evaluar el daño moral de los padres de Marta. “Que hay daños tremendos e impagables no me cabe ninguna duda. Ni todo el dinero del mundo pagaría ese perjuicio, pero el perjuicio es por el asesinato, no por un delito contra la Administración de Justicia. Seríamos algo más que inhumanos si dijéramos que la familia tiene un interés económico, claro que estarían dispuestos a empeñar tres vidas por saber la verdad, pero este no es el procedimiento”, ha insistido.

El abogado de Rosalía García, por su parte, ha sido muy claro respecto al cuerpo no encontrado de Marta. “Nos duele la boca de preguntarles a estos señores (el Cuco y su madre) que si saben dónde está el cuerpo, que lo digan. Francisco Javier no tiene nada que perder, pasaría de ser el enemigo público número uno a ser casi un héroe”, ha apostillado Rafael Ramírez.