Tribunales

Anticorrupción critica que la empresa de Vizcaíno sólo ofrecía a Invercaria “influencias” vinculadas al Sevilla FC

El fiscal afirma que la ayuda a Own&Spa se gestó en “una reunión clandestina”. El juicio contra Pérez-Sauquillo y los hermanos Vizcaíno queda visto para sentencia

Manuel Vizcaíno, a su llegada a la Audiencia Provincial de Sevilla al principio del juicio
Manuel Vizcaíno, a su llegada a la Audiencia Provincial de Sevilla al principio del juicioKiko Hurtado

El séptimo juicio de la macrocausa Invercaria, la sociedad de capital riesgo de la Junta de Andalucía que concedió decenas de ayudas ahora investigadas por la Justicia, ha quedado visto para sentencia este jueves en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla. En la última sesión, la Fiscalía Anticorrupción ha insistido en que el préstamo de 150.000 euros que la entidad pública concedió en 2008 a Own&Spa se basó sólo en las “influencias” que ofrecía la empresa, capitaneada por Manuel Vizcaíno, actual presidente del Cádiz y entonces consejero y ejecutivo del Sevilla FC.

El “núcleo duro en la gestión del club”, es decir, varios de sus compañeros en el consejo, entre ellos el presidente José María del Nido, formaba parte de la mercantil, y los pocos contratos que Vizcaíno y su hermana mostraron a Invercaria para justificar su actividad eran “con empresas vinculadas”, incluido el propio Sevilla, para la que instaló una piscina de recuperación de futbolistas en su ciudad deportiva. Pero también trabajaron para Burguillos Natural, “cuyo asesor era el señor Del Nido”, o para la Floristería Melero, “también regida por el señor Vizcaíno, que fue su consejero hasta 2009″. Así lo ha expuesto el fiscal Fernando Soto durante su informe.

“Own&Spa no tenía nada, ni bienes ni propiedades. Decían que tenían intangibles, pero lo único que tenían era una marca, que eso no tiene ningún valor. La valoración de los intangibles es surrealista”, ha añadido el fiscal. Esa valoración fue en concreto de 1,5 millones de euros.

“Buscaban las influencias, decían que tenían contactos. No sé si eso vale dinero en la vida real, pero Invercaria no puede pagar influencias, eso es etéreo y subjetivo. Invercaria necesita criterios serios”, ha proseguido Soto, quien ha recordado que, sin embargo, tanto Vizcaíno como su hermana se opusieron a reintegrar el préstamo cuando la sociedad pública, varios años después, se lo reclamó. “Resulta que unos señores que iban ofreciendo sus influencias eran insolventes”, ha agregado al hilo del embargo que sufrió Manuel Vizcaíno, de 6.000 euros. Tanto este acusado como su hermana defendieron que la oposición al reintegro fue porque así se lo recomendaron sus abogados.

El fiscal también ha rememorado que el origen del préstamo surgió en una “reunión clandestina” entre el entonces presidente de la sociedad, Tomás Pérez-Sauquillo, y Vizcaíno junto al ingeniero jefe de Own&Spa, aunque el “auténtico núcleo de la conducta criminal” sucede después de que Cristóbal Cantos, el director de Promoción de Invercaria que recepcionó el proyecto y que lo paralizó al no tener claro su encaje en la filosofía de la sociedad, se marchara al sector privado. “Pérez-Sauquillo lo aprovecha para rescatar el proyecto y dar la orden al director de Análisis de que lo prepare para pasarlo al consejo de administración, pero sin más análisis”, ha explicado.

Según el fiscal, el consejo aprobó la ayuda en julio de 2008 “completamente engañado” porque “se le ocultó el auténtico valor de la empresa”. Además, “lo que hacían ya estaba inventado, hacer spas y jacuzzis. Su intención nunca fue arriesgar nada ni perder dinero”, ha criticado.