Análisis
La red clientelar del PSOE-A
El «caso Mercasevilla» desembocó en la causa de los ERE, por la que se incluían a «intrusos» en las pólizas de prejubilación y se daban ayudas a empresas en muchos casos sin la documentación y el control necesarios
¿Cuándo arrancó el «caso ERE»?
La causa se remonta a hace 11 años, que serían 13 tomando en cuenta la semilla inicial del «caso Mercasevilla», que arrancó en 2009. Todavía quedan más de 180 piezas separadas por las ayudas de los ERE por juzgar y la resolución de nuevos recursos tras confirmar el Supremo la prisión de Griñán y la condena de inhabilitación a Chaves por el juicio del «procedimiento específico». El segundo fallo de la causa de los ERE, por su parte, señaló que «la ilegalidad tuvo que ser conocida y consentida» y se descartó que haya «cosa juzgada», por lo que los altos cargos pueden ser condenados más veces, aunque no en todas las piezas separadas posteriores se ha aplicado. La Justicia cifra en 680 millones de euros el fraude. El juicio del procedimiento específico de los ERE duró un año y cuatro días y la sentencia contó con más de 1.800 folios. El Supremo envía a prisión a Griñán y a otros ocho ex altos cargos de la Junta de Andalucía. Dos magistradas no comparten la malversación.
¿En qué consistió el fraude?
«La Junta colabora con los que colaboran». Así se descubrió el origen de lo que después sería el mayor fraude de la historia democrática de Andalucía. El «caso Marcasevilla» destapó una trama de sobornos por parte de cargos del PSOE que ponía frente al espejo de la opinión pública una red clientelar tejida a lo largo de al menos una década de gobiernos socialistas en la Junta. El «caso Mercasevilla» desembocó en la causa de los ERE, por la que se incluían a «intrusos» en las pólizas de prejubilación y se daban ayudas a empresas en muchos casos sin la documentación y el control necesarios.
¿Qué era el «fondo de reptiles»?
El hombre que otorgaba las ayudas, el ex director general de Empleo, Francisco Javier Guerrero –a quien desde el PSOE-A se señaló desde primera hora aludiendo a un fraude de «cuatro golfos»– denominaba así a unas partidas específicas para lograr la «paz social» y conceder ayudas discrecionalmente. Guerrero, fallecido durante el proceso, habló de la existencia de un fondo de 647 millones destinados para empresas en dificultades. Según aparecieron las irregularidades, la propia Junta trató de ofrecer la imagen de que se ponía al frente de la investigación. Los ERE se concedían mediante organismos autónomos, como el IFA, después IDEA. Todo ello sin controles legales, como la publicación en el BOJA. Pese a todo, había informes de la Intervención General alertando de las irregularidades.
¿Qué papel jugaron Chaves y Griñán?
La trama nació con Chaves en la presidencia de la Junta y bajo su mandato se concedieron la mayoría de los ERE. Él aseguró que no conocía a Guerrero. Griñán era consejero de Economía y Hacienda cuando la Intervención General puso en duda el procedimiento de las ayudas. La jueza Alaya comenzó investigando a los intrusos –«las criaturitas» a las que ayudaban, según Guerrero-, que condujeron a una trama en beneficio del círculo socialista. «No hubo un gran plan pero hubo un gran fraude», mantuvo Griñán, quien trató de manejar la situación heredada tras Chaves, de crear (leves) cortafuegos con las ayudas, de separar el PSOE de la Junta, algo que pronto vio que era como extirpar un parásito del órgano anfitrión y a lo que acabó renunciando en nombre de un bien mayor: conservar el poder. Retrasó las elecciones en 2012, consiguió una dulce derrota frente a Arenas para gobernar y en 2013 se marchó por «motivos personales». «El crédito nunca delinque», insistió Griñán.
¿Se lucraron los políticos implicados?
En la sentencia no se alude al enriquecimiento de Chaves y Griñán o el resto de consejeros pero se pone de manifiesto un sistema clientelar que pudo influir en los resultados electorales de alguna manera.
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