El PSOE amenaza con bloquear los órganos de extracción parlamentaria de Andalucía

El líder de la oposición en Andalucía, Juan Espadas, anunció tras el batacazo electoral socialista que no concedería ni los 100 días de gracia de rigor al nuevo Ejecutivo de Juanma Moreno aludiendo a que se trataba de «un Gobierno de continuidad». El curso político arranca con la amenaza de Espadas de bloquear los órganos de extracción parlamentaria, algo con lo que ya amagó su antecesora, Susana Díaz, después de bloquearlos desde el Gobierno anteriormente durante su mandato dejando fuera a Podemos y Cs, en el Parlamento entonces desde 2015. Tras este período con reminiscencias a lo que ocurre actualmente con el Consejo General del Poder Judicial, con la llegada de PP y Cs al poder se acordó la renovación de órganos al principio de cada mandato pero ahora Espadas –con menos escaños que Susana Díaz la pasada legislatura– pone en duda el cambio de nombres en los distintos puestos bajo el argumento de que «no dará un cheque en blanco» a Moreno porque, en referencia a Canal Sur, «los resultados no han sido los esperados». Entretanto, también en la oposición, Por Andalucía sigue con su proceso de fagocitación interna con la expulsión de Podemos de la Mesa del Parlamento.

La pasada legislatura PP, PSOE y Cs llegaron a su primer gran acuerdo en relación a la renovación de todos los órganos de extracción parlamentaria: el Consejo de Administración de la RTVA, el Defensor del Pueblo, la Cámara de Cuentas y el Consejo Audiovisual de Andalucía. Ese consenso inédito puso fin al desencuentro político que sustentaba la parálisis en los nuevos nombramientos. En Canal Sur el bloqueo venía de 2013. En el Audiovisual, de 2016. El Defensor del Pueblo prorrogó su cargo en 2018. Al acuerdo se acabó sumando hasta Vox, a pesar de que defendía la supresión de la propia televisión autonómica.

La renovación de órganos de extracción parlamentaria precisa de una mayoría de tres quintos sin la necesidad del proceso ordinario de tramitación de una ley. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, señaló que su grupo parlamentario no dará un «cheque en blanco» al PP-A como el que, en su opinión, dio en la pasada legislatura Díaz. «Algo tiene que cambiar» en la RTVA para llegar a un acuerdo que definió, precisamente en una entrevista en Canal Sur, como «fundamental» para «la democracia en Andalucía». Espadas señaló que «las conversaciones se iniciaron a finales de julio», pero «el Gobierno nos trasladó que no tenía una propuesta definida totalmente, y que en septiembre volveríamos a hablar». Espadas exigió a Moreno en el encuentro de la semana pasada en San Telmo «garantías» de que Canal Sur “va a tener un control que permita garantizar el pluralismo político y el tratamiento informativo que reciben las acciones, opiniones, reivindicaciones de la oposición y de los andaluces que puedan no estar conformes con las medidas del Gobierno andaluz». El líder socialista señaló que están «preparados y dispuestos» para llevar a cabo esa renovación, pero es la Junta quien «tiene que mover ficha», al tener «la iniciativa política» con su mayoría absoluta. «No sólo va del número de puestos que tengamos un grupo u otro» en el consejo de administración, sino, sobre todo, «de qué televisión pública queremos, de qué contenidos informativos y cómo le llega la información a los andaluces», señaló Espadas.

Este miércoles se celebra un nuevo Pleno –tras el de conformación de la Cámara y el de elección de los senadores– y a la tensión del PSOE-A se suma la continuación del proceso de descomposición de Por Andalucía. IU y Más País (además de Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz) acordaron, sin la participación de Podemos, «el relevo temporal» del representante de Por Andalucía en la Mesa del Parlamento, que era Alejandra Durán, de la cuota de Podemos, según adelantó ABC. En su lugar entrará Esperanza Gómez, presidenta de Más País Andalucía, quien también ejercerá de portavoz adjunta del grupo. El acuerdo interno llega por sorpresa y desde Podemos recalcaron a Europa Press que «no es una decisión pactada» y que «no les parece de recibo» pese a lo cual rechazan, todavía, la ruptura del grupo parlamentario.