Suministro

Endesa conecta con éxito el nuevo cableado de Cádiz

La empresa instala casi 15 kilómetros de cable para garantizar el suministro por otros 40 años

Operarios de Endesa instalan el nuevo cableado de la Bahía de Cádiz
Operarios de Endesa instalan el nuevo cableado de la Bahía de CádizLa RazónLa Razón

Basta con subir los 790 escalones (150 metros de altura) que, a través de sus entrañas de acero, distancian la base de hormigón de las crucetas superiores de una de las megatorres eléctricas de la Bahía de Cádiz (en este caso la ubicada en La Cabezuela, Puerto Real) para tomar conciencia de la envergadura y dificultad de los trabajos llevados a cabo por Endesa para sustituir el cableado de alta tensión que atraviesa la bahía y da suministro a Cádiz.

Los datos hablan por sí mismos: 14.928 metros de cable (más de la distancia existente entre los municipios de Cádiz y San Fernando); casi un mes de intenso trabajo (las obras dieron comienzo el 2 de noviembre); un equipo formado por más de 30 personas, entre operarios e ingenieros de Endesa y Ametel; y 700.000 euros de presupuesto para, tras 40 años de servicio (los cables que se han retirado se colocaron en 1981), sustituir la conexión eléctrica entre estas auténticas columnas de Hércules de la bahía gaditana, aún hoy referentes destacados de la ingeniería industrial del siglo XX.

«Hoy, por las torres de la Bahía de Cádiz pasa nueva energía gracias a estos cables», apuntaba a pie de torre José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa. Acompañado por Juan Damas, responsable de líneas de Alta Tensión de Endesa en Andalucía Occidental; Emilio Jiménez, director de Redes de Endesa de Andalucía y Extremadura; Javier Sánchez, director general de Ametel; y José María Díaz Mancha, responsable de líneas de Alta Tensión de Endesa en Andalucía y Extremadura, destacaba que «este proyecto es un ejemplo de la aplicación de última tecnología e innovación en la red de distribución que estamos llevando a cabo en toda nuestra infraestructura eléctrica para ofrecer una red más resiliente y adaptada a las necesidades actuales».

Actuación que ha sido «un auténtico reto, ya que ha supuesto cruzar la bahía, con una distancia entre torres de 1.634 metros y una longitud de cada cable en torno a los 2.500 metros. Es decir, estamos hablando de una estructura en cables de casi 15 kilómetros y eso, en este entorno, trabajando en altura, es una cosa emblemática».

«Además –añadía–, se ha desarrollado con unas premisas básicas para nosotros. Primero, la seguridad de todos los que han trabajado con nosotros; segundo, la seguridad de suministro, ya que había que garantizar que no se pusiera en riesgo y; tercero, la calidad». Así, recuerda Revuelta, «ha habido un importante trabajo previo de simulación fuera del entorno, en laboratorios y en zonas donde hemos podido simular cargas de 8.000 kilos».