Infraestructuras
Salud autoriza el suministro de agua a unos 15.000 vecinos de Almería tras seis meses de obras
Estaban afectados por los altos niveles de radioactividad
La Delegación Territorial Salud y Consumo de la Junta en Almería ha dado su visto bueno para poder reanudar el suministro de agua potable a los 15.000 vecinos de la capital afectados por los altos niveles de radioactividad de los recursos procedentes de los pozos de Bernal desde diciembre de 2023, lo que obligó a realizar obras municipales para proporcionar agua desalada.
La autoridad sinitaria ha declarado apta para el consumo el agua que el Ayuntamiento de Almería, a través de la empresa concesionaria, volverá a suministrar de manera ordinaria en las zonas de Castell del Rey, La Joya y las zonas del hotel La Parra, Mendoza, Espejo del Mar y La Gruta a partir de los análisis encargados al respecto.
Las obras llevadas a cabo en la red de distribución, valoradas en más de dos millones de euros, han permitido incorporar agua desalada para el consumo humano en la zona, a lo que se ha añadido una "reducción" de los valores de radioactividad natural, según ha indicado la Junta en una nota.
Los análisis realizados del agua en el depósito de San Cristóbal, de la red de distribución Almería-Castell del Rey, el pasado diciembre confirmaban un nivel de radioactividad superior al valor paramétrico establecido, que desaconsejaba el uso para el consumo humano. El Ayuntamiento, gestor del agua, adoptó entonces, como medida preventiva, la puesta en marcha de la conexión con el depósito Pipa Alta y el bombeo que impulsa el agua de mezcla (agua desalada y agua procedente de captaciones Bernal), incrementando el aporte de agua desde la desaladora.
No obstante, esta medida resultó insuficiente porque no afectaba a la totalidad de la red de distribución, en tanto que varios núcleos y calles recibían el agua directamente de los sondeos de Bernal sin mezcla alguna. En este sentido, las zonas afectadas se han servicio de camiones cisterna durante los últimos meses, con el reparto de unos 6.000 litros de agua al día; un servicio que ya ha quedado suspendido.
Las obras incluyen la conexión de las zonas afectadas por la restricción con el resto de la red de distribución de Almería, y la correspondiente comprobación con tres análisis consecutivos con resultado del parámetro de radioactividad dentro de los límites establecidos, han permitido la declaración de aptitud del agua, de modo que ya se puede volver a consumir "con normalidad", según ha añadido el Ayuntamiento de Almería.
Los trabajos para llevar el agua a los barrios y diseminados han consistido en la instalación un sistema de bombeo dentro del depósito de San Cristóbal y un colector que, partiendo de este, dota de agua mezclada a todos los puntos de suministro que actualmente se sirven directamente del Canal de Benínar, que trae el agua procedente de los Pozos de Bernal.
En concreto, y a través de esta actuación, se ha colocado un grupo compacto de bombeo diseñado para mantener la presión constante en la red, gracias al ajuste continuo de la velocidad de las bombas, adaptándose el rendimiento del sistema a la demanda de suministro gracias a la activación/desactivación del número de bombas requerido.
Para alimentar enérgicamente este grupo se ha actuado además sobre la instalación eléctrica con la que cuenta el depósito de San Cristóbal en la actualidad, colocando un nuevo transformador y un grupo electrógeno que asegure el servicio a pesar de que se pueda perder el suministro directamente de la red eléctrica.
Paralelamente se han colocado, aproximadamente, siete kilómetros de tuberías, partiendo desde el depósito de San Cristóbal hasta llegar a las inmediaciones de DiverHotel. La instalación de este colector –poliuretano de alta densidad mejorado con la adición de resinas para mayor resistencia mecánica y mejor comportamiento químico– se ha realizado dentro del propio canal, evitando así la necesidad de adquirir los terrenos necesarios, lo que indudablemente habría demorado la ejecución de este proyecto.
El empleo del canal ha supuesto abordar unos trabajos especializados, ya que cuenta con tramos en galería o mina de hasta 1.900 metros, tramos en acueducto y tramos a cielo descubierto. Toda la instalación ha quedado integrada en el sistema de telecontrol del abastecimiento de Almería, con la inclusión de caudalímetros inteligentes que ayuden a la detección de averías o uso fraudulento de agua.
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