Entrevista
Víctor Mora, alcalde de Sanlúcar de Barrameda: «Ahora de verdad partimos de cero»
Tras eliminar íntegramente una deuda de 108 millones de euros y lograr la Capitalidad Gastronómica, el candidato socialista cree que es el momento de «recoger los frutos»
No sólo de pan vive el hombre ni Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) lo hará únicamente de las rentas que dejaron los doce meses durante los que ostentó la Capitalidad Española de la Gastronomía, pero el empeño que su alcalde, Víctor Mora (PSOE), puso para que la ciudad lograra hacerle la boca agua a un país entero la colocó en el disparadero para dejar atrás el tiempo cuando sólo se la relacionaba con noticias negativas en los informativos. Queda mucho aún, pero a la orilla del Guadalquivir el candidato del partido socialista tiene claro que el futuro de los sanluqueños no dependerá solamente del sol, los langostinos y la manzanilla.
Parece que Sanlúcar es otra ciudad después de los fastos de la Capitalidad Gastronómica. ¿Qué es lo que ha pasado aquí?
Pues la verdad es que cuando llegamos al Gobierno nos encontramos con una realidad catastrófica que tenía un remanente negativo de tesorería de 108 millones de euros, básicamente dos veces el presupuesto municipal. Los que dejaron la deuda pensaron que aquel grupo de personas jóvenes no iba a aguantar ni seis meses, pero al cabo de los años la hemos dejado en un millón y en el mes de junio se liquidará. Eso significa que los proveedores que no querían trabajar con el Ayuntamiento se vuelcan ahora con cualquier licitación que presentamos. Gracias a esto empezamos a construir una nueva ciudad y en cierta forma la llave de esa transformación vino de la mano de la capitalidad, que fue un antes y un después, con un impacto de más de 500 millones, conseguimos los mejores datos turísticos, acabando la estacionalidad y modificando el tipo de visitante. Pero sobre todo, rompimos la tendencia del desempleo con aquellos 8.000 parados que dejó la crisis de la construcción. De ser un referente de lo malo, hemos pasado a ser conocidos por lo contrario.
Pero la clave no ha sido sólo la gastronomía…
No, pero cuando una ciudad está en los medios de comunicación de esta manera, tan positiva, se atrae a los inversores. Había que convertirla en un lugar atractivo y muchos jóvenes que se fueron de aquí para estudiar con los mejores chefs han vuelto para dejarnos su experiencia. También han abierto muchos hoteles en el último año y una multinacional tiene entre sus manos el proyecto piloto de convertir las algas en combustible. Eso se traduce en generación de empleo, al igual que el nuevo parking, el pantalán que se adjudicará para realizar cenas por el río o el parque empresarial en Cuesta Blanca. Antes la iniciativa privada se lo pensaba, ahora ya no.
¿No le preocupa que todo esto le lleve a morir de éxito?
Desde luego, este modelo no puede quedarse tal cual, por eso no paramos de mantener reuniones con la hostelería para que lo cuidemos. No todo el mundo puede ahora abrir un bar o un restaurante si no tiene los conocimientos necesarios para ello, por ejemplo. No podemos estropearlo porque hemos encontrado el modelo necesario para que prácticamente toda la actividad económica de Sanlúcar, en torno a la gastronomía, se potencie. Y eso es clave para el futuro de la ciudad.
Ahora disfrutan del éxito, pero en su legislatura también se encontraron con la gestión del Covid, que no fue tan agradable.
Nos paralizó todo y nadie sabía cómo ni cuándo volveríamos a la normalidad. Nos obligó a reinventarnos, pero también nos unió mucho a la ciudadanía. Recuerdo que mi día a día lo pasaba buscando tela y elástico para hacer las mascarillas, o hablando con la residencia de los mayores… Al final pudimos salir adelante gracias a la unión que teníamos en la corporación, incluso con la oposición.
Entonces, ¿por qué renueva al 70% de su equipo de Gobierno?
Eso lo que demuestra es que nuestro partido en Sanlúcar está muy vivo y que cada vez se acercan más personas que quieren participar y aportar cosas a la ciudad. La gestión municipal es muy dura y requiere de cambios en las personas que gestionan el Ayuntamiento. También es cierto que cada año o año y medio me gusta cambiar las delegaciones porque uno da todo durante un tiempo pero antes de que la ilusión se estanque prefiero que las buenas ideas pasen a otro espacio. Soy de cambios y siempre me gusta contar con aires nuevos.
Volviendo a la comida, los sanluqueños no sólo tienen langostinos y manzanilla. La ciudad cuenta con un patrimonio monumental que a lo mejor ha quedado en un segundo plano.
El patrimonio siempre es una asignatura pendiente de las administraciones y más de los ayuntamientos, que estamos siempre escasos de recursos. La rehabilitación no puede caer en nuestra responsabilidad porque no tenemos medios propios, pero debe de haber una unión de todas las instituciones. Gracias a los fondo europeos se pudo recuperar la antigua iglesia de la Merced, ahora auditorio Manolo Sanlúcar, el Castillito de Bajo de Guía que se encontraba en una situación de casi ruina o las Covachas, que las convertimos en el Centro de Interpretación de la Manzanilla, y en el propio edificio del Ayuntamiento que debemos restaurar gracias al 2% cultural.
¿En estas elecciones va a primar más la marca del partido o la figura del candidato?
Por lo que estamos viendo el candidato tiene más fuerza. Yo sigo manteniendo en mis carteles la marca PSOE, otros compañeros potencian más al candidato, pero la estrategia se marca desde cada municipio. Pertenezco al PSOE en los momentos buenos pero también en los malos. Debemos ser consecuentes con lo que representamos aunque en las locales manda más la persona, la labor que se ha llevado a cabo.
Usted es el alcalde de uno de los municipios más importantes de Cádiz, ¿qué cree que le hace falta a la provincia para salir del vagón de cola en términos de desempleo y riqueza?
Hacen falta muchas cosas, pero en primer lugar que se tenga en cuenta a toda la provincia, porque no es factible centralizar todo en la Bahía, la sierra o la costa noroeste. Hay que ayudarla con planes estratégicos. Siempre me gusta decir que es importante trabajar en común y a veces no se entiende porque nos encontramos con municipios muy grandes. No todos podemos aspirar a contar con las mejores zonas industriales, las mejores playas o los mejores conciertos.
¿Cómo ve Sanlúcar dentro de cuatro años?
De verdad, creciendo mucho más. Hace unos días me comentaron, no lo recordaba, que dije que el año 2022 iba a ser muy bueno, pero que de verdad lo íbamos a notar en 2023 y es cierto, pero confío en que debe ser así en los próximos años. Entendiendo que el crecimiento tiene que ser para todo el mundo, no para unos pocos. Ahora de verdad partimos de cero y es de justicia que ahora recojamos los frutos.
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