Política

El «caso Koldo» tensiona la relación Gobierno-Junta de Andalucía

Montero y Moreno escenifican el distanciamiento en la colocación de la primera piedra de un tramo de línea 3 del Metro de Sevilla

Juanma Moreno y María Jesús Montero
Juanma Moreno y María Jesús MonteroJoaquín CorcheroEuropa Press

La Presa china de las Tres Gargantas acumula una masa de 40 kilómetros cúbicos de agua en un solo punto, lo que supone un peso superior al de toda la población mundial, desplazando el eje de la Tierra y afectando a la duración de los días. Estadísticamente, toda persona vive dos grandes tragedias en su vida. Los días de la vicepresidenta Montero, que ya vivió de lleno el «caso ERE» dando la cara por los implicados y ahora ha puesto «la mano en el fuego» por Santos Cerdán, se van haciendo cada vez más largos, podría inferirse. A la líder del PSOE-A la vienen señalando como «achicharrada». La cita era junto al Hospital Macarena, que comparte unidad de quemados con el Virgen del Rocío. En el acto de presentación de la primera piedra del tercer tramo de la Línea 3 del metro de Sevilla, al que no acudió Pedro Sánchez –«que en paz descanse», por su semblante, decía Raúl del Pozo de Buero Vallejo en el Café Gijón–, oficialmente, según Montero, porque está preparando la cumbre de la OTAN, la tensión cortaba más que el calor. Como la Tierra con la Presa de las Tres Gargantas, la política andaluza ha movido su eje a raíz de las grabaciones de las gargantas profundas de Koldo García, Santos Cerdán y José Luis Ábalos. El PSOE trata de «encapsular» la situación. «Eppur si muove»: a la hora en que Montero representaba al Gobierno en las obras del metropolitano la Guardia Civil revisaba la sede federal socialista. La UCO en Ferraz; «La Mortaja» en La Moncloa; «el Silencio» en San Vicente»; y «Las Tres Caídas» entre la Macarena y San Lázaro, «levántate y anda». María Jesús Montero y Juanma Moreno se vieron las caras por primera vez desde que el presidente, tanatopraxia mediante, pidiera perdón por la corrupción. En el barrio macareno, junto al antiguo Hospital de las Cinco Llagas, saltaron chispas.

Montero y Moreno en acto de inicio de obras de la Línea 3 del Metro de Sevilla
Montero y Moreno en acto de inicio de obras de la Línea 3 del Metro de SevillaJulio MuñozAgencia EFE

El Gobierno, a pesar de la crisis interna, no se puede permitir que Juanma Moreno rentabilice en solitario algo tan potente –16 años de espera desde la Línea 1– como la ampliación del metro de Sevilla. Óscar Puente, de permiso por paternidad pero en las redes sociales a jornada completa, recordaba: «En Sevilla, se inician las obras del tramo de la Línea 3 del Metro entre San Lázaro y Macarena. El Gobierno de España financia las obras del metro en la capital andaluza con 650 millones. Un compromiso por un transporte público sostenible y de calidad». La colocación de la primera piedra sirvió para tirarse chinitas. Al ser cuestionada por la ausencia de Pedro Sánchez, Montero se revolvió y señaló que el presidente del Gobierno estaba en su despacho del Palacio de la Moncloa «trabajando», mientras que el presidente de la Junta se dedica a «hacerse fotos». El presidente andaluz, al final de su discurso durante el acto, aludió claramente a estas palabras, señalando que precisamente había llegado más tarde al acto porque había estado «despachando asuntos importantes en el Palacio de San Telmo, asuntos de calado e interés. Y desde luego nos vamos a hacer muchas fotos. Todas las fotos que avalan la cantidad de proyectos, de iniciativas que este gobierno está poniendo en marcha en todos y cada uno de los rincones de Andalucía». Montero, en ese momento, susurró al oído al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, señalado también por su relación con un empresario de Granada, ex asesor suyo y ex alto cargo de Acciona. En el acto también estuvo el vicepresidente segundo del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, aludido también en los últimos audios de Koldo García. A su llegada al evento, Moreno dio la mano a Montero, luego dos besos. A la consejera de Fomento, Rocío Díaz, le dio directamente dos besos. Moreno ya se ha quejado en alguna ocasión del «marcaje» de la vicepresidenta del Gobierno en sus actos desde que es candidata in pectore a la Junta. De la Final de la Copa del Rey a la procesión del Cachorro en Roma. Montero ha multiplicado por seis su presencia en la comunidad desde que anunció que aceptaba sustituir a Juan Espadas al frente del PSOE-A.

Inicio de las obras del subtramo III de la línea 3 de metro de Sevilla
Inicio de las obras del subtramo III de la línea 3 de metro de SevillaJoaquin CorcheroEuropa Press

Con las alocuciones de las autoridades, quedó aún más patente el estado de crispación. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, dijo que aprovechaba la presencia de Montero para pedir «más implicación» del Gobierno en las obras pendientes en Sevilla. Sanz recordó los más de 9.000 millones que han «ido a parar» a Rodalíes en Cataluña y de ahí aludió directamente a «los tirantes» del Puente del Centenario, una de las obras investigadas por la UCO por las presuntas mordidas del tándem Ábalos-Cerdán-Koldo, el tridente del viacrucris socialista. Montero recordó que el Estado participa en el metro. Moreno apeló a la «colaboración máxima» y a «la cortesía». Montero se fue retratada y el presidente andaluz siguió haciéndose fotos.