Tribunales
Condenado en Sevilla por abusar de una menor de su propia familia frente a una iglesia
La sentencia recoge que el acusado le realizó tocamientos también en un bar y tras una reunión familiar
La Audiencia de Sevilla ha condenado a un varón a dos años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual sobre una menor de once años de edad de su propia familia, a la que sometió a múltiples tocamientos tras una reunión familiar, frente a una iglesia de la capital andaluza, en su casa y en un bar. En una sentencia emitida el pasado 28 de abril y recogida por Europa Press, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla declara probado, por expreso reconocimiento del acusado fruto de un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía, la acusación particular y su defensa, que "a primeros de abril de 2022", Francisco Javier M.G., de entonces unos 59 años de edad y sin antecedentes penales; "besó en el cuello" a una menor de once años de edad a la fecha de los hechos y "le tocó los pechos aprovechando que la misma se encontraba sola en el interior de un coche a la espera de la llegada de su padre, al finalizar una reunión familiar en un bar sito en Sevilla" capital.
El relato de hechos probados, admitido por el inculpado, prosigue exponiendo que el 13 de abril de 2022 sobre las 2,00 horas de la madrugada, estando este hombre y la citada menor "frente a la parroquia de San Bernardo de Sevilla, el acusado frotó sus genitales en el glúteo de la menor"; tras lo cual el 25 de septiembre de 2022 la niña "fue con su padre a casa del acusado y en esta ocasión, le tocó los pechos y el glúteo". Ya el 8 de octubre de 2022, según la sentencia, cuando el acusado estaba junto a la menor en un bar de un polígono "le tocó los pechos incluso por debajo de la ropa"; siendo declarado probado que el inculpado y autor confeso de los hechos, "tras los primeros tocamientos, ha venido diciendo la menor frases" como "qué rica estas, qué buena estas, qué culo tienes".
Para estos actos, según el relato de hechos probados, el acusado se ha "aprovechado de las relaciones familiares existentes entre él y la menor, hasta el punto de que la menor se refería al acusado" como "tito Javi", siendo declarado probado que además de reconocer la autoría de los hechos, el encartado "se ha comprometido al abono de 6.000 euros como indemnización a favor de la perjudicada, habiendo abonado ya 200 euros". Dado el caso, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla condena a Francisco Javier M.G. por un delito continuado de abuso sexual con la atenuante de reparación del daño, imponiéndole las penas de dos años de prisión, cinco años de libertad vigilada post penitenciaria, cinco años de prohibición de comunicarse con la menor o acercarse a ella y la obligación de indemnizar a la misma con la suma de 6.000 euros.