Cargando...

Sucesos

Detenido en Sevilla el maltratador que se cambió de género tras una condena

Pesaban sobre él cuatro órdenes de busca y captura para su ingreso en prisión

El abogado José Antonio Sires (i), y la mujer denunciante Europa Press

La Policía Local de Espartinas (Sevilla) ha detenido al hombre que se cambió de género tras una sentencia en firme por maltrato a su expareja, que pasó de llamarse Cándido a Candy tras ese cambio registral, y sobre quien pesaban cuatro órdenes de busca y captura para su ingreso en prisión.

La detención, según han informado fuentes de la Policía Local, se produjo la tarde del pasado viernes y se trasladó el caso a la Guardia Civil, que a su vez derivó el asunto al juzgado de guardia de Sanlúcar la Mayor, que decidió su ingreso inmediato en prisión.

Así, desde el pasado sábado se encuentra en el módulo de ingresos de la prisión Sevilla 1, a la espera de que se le asigne celda. Su víctima ha expresado a EFE su “satisfacción y tranquilidad” una vez que se ha consumado la detención.

El abogado de Candy, Juan de Dios Ramírez, ha dicho, por su parte, que espera ir a visitarle en los próximos días, sin precisar más detalles de la detención, al tiempo que ha asegurado que no ha visto a su cliente en los últimos días.

El mismo letrado ha precisado que siempre aconsejó a su cliente que se entregase a la Justicia para cumplir la pena que le había sido impuesta.

La detención se ha producido cinco días después de que la titular del Juzgado de lo Penal 3 de Sevilla rechazase en un auto que hubiese prescrito la pena de prisión de 15 meses a la que fue condenada por agredir a su entonces pareja.

Esta condena fue dictada en firme en noviembre de 2020, como recoge el auto de la magistrada. Candy había presentado un escrito frente una sentencia dictada el 18 de septiembre de 2019, declarada en firme el 13 de noviembre de 2020 y por la que se le condenó por un delito de quebrantamiento de condena a 6 meses de prisión y otro de amenazas en el ámbito de la violencia de género a la pena de prisión de nueve meses, además de privación del derecho a la tenencia de armas durante dos años.

Esta persona también fue condenada a la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros a su víctima, que en el momento de producirse los hechos era su pareja, durante un año, nueve meses y un día.

El mismo juzgado emitió el 30 de octubre pasado un auto para reclamar la detención e ingreso en prisión de Candy "para el cumplimiento de las penas de prisión impuestas", y que el tiempo de la prescripción de la pena se computará "desde la fecha de la sentencia firme, o desde el quebrantamiento de la condena, si ésta hubiese comenzado a cumplirse".

La jueza añadía que la sentencia no alcanzó firmeza hasta noviembre de 2020, por lo que el plazo legal de prescripción de la pena no empezó a computarse hasta la última fecha.

Por todo ello, el abogado de la víctima, José Antonio Sires, pidió en su escrito de alegaciones que se agilizase la detención, ya que en caso contrario, en noviembre próximo habría prescrito la condena.

Entre otras causas, el detenido se enfrenta a un juicio por nuevas agresiones a su pareja, por las que la Fiscalía ha solicitado cuatro años de cárcel. El juicio se ha suspendido en dos ocasiones por no presentarse en la sala, aduciendo que se encontraba en Marruecos sin posibilidad de volver a España