Ciencia

Dos biomarcadores en la saliva permiten diagnosticar el dolor en personas con demencia

Estudio de la Universidad de Córdoba en colaboración con la de Jaén

Según un estudio realizado en adultos mayores de 60 años, estar sentado más de 10 horas al día aumenta el riesgo de demencia
Según un estudio realizado en adultos mayores de 60 años, estar sentado más de 10 horas al día aumenta el riesgo de demenciaLa Razón

La presencia de dos biomarcadores de dolor y sus niveles en saliva permite diagnosticar el dolor en personas con demencia y problemas de comunicación de manera eficaz y no invasiva.

Un equipo del Departamento de Enfermería de la Universidad de Córdoba, en colaboración con la Universidad de Jaén, ha permitido mostrar el uso de la saliva como un método eficaz y no invasivo de detección del dolor en estos pacientes, según ha informado este martes la institución académica cordobesa.

El trabajo, desarrollado por las investigadoras Vanesa Cantón y Pilar Carrera y el investigador Manuel Rich, describe los niveles de los biomarcadores de dolor sTNFRII (receptor del Factor de Necrosis Tumoral) y sIgA (inmunoglobulina A) en muestras de saliva de pacientes mayores de 65 años con diagnóstico de demencia en estadio moderado-avanzado e incapacidad de comunicación, respecto a un grupo control de mayores de 65 años sin demencia.

Esta herramienta permite complementar escalas observacionales de dolor y valorar el mismo de una forma sencilla y no invasiva, lo cual facilitaría al personal sanitario y cuidador conocer la situación del paciente y el empleo de la correspondiente analgesia si fuera necesaria, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.

El factor sTNFRII y la inmunoglobulina sIgA se relacionan con el dolor a través de la inflamación y ese proceso inflamatorio está relacionado con la demencia.

"El hecho de que podamos determinar estos biomarcadores en saliva es muy atractivo, ya que la mayor parte de las personas de las que hemos podido obtener las muestras estaban en un estado muy avanzado, encamadas con demencia avanzada, por lo que cuanto menos molesto e invasivo sea para el paciente la obtención de la muestra, mucho mejor", ha explicado la investigadora Pilar Carrera.

Hasta ahora, la forma habitual de detectar el dolor en pacientes con comunicación reducida era usando la escala PAINAD, una metodología observacional del dolor en demencia avanzada, validada recientemente al español por este mismo equipo de investigación, y que se basa en cinco indicadores conductuales: respiración, vocalización, expresión facial, lenguaje corporal y consolabilidad.