Parlamento

No al «fraude» de la condonación y al falso progresismo

Juanma Moreno centra su mensaje en el Parlamento en el «engaño» de la quita de deuda y ridiculiza a un PSOE arrastrado por Junts. «Si el acuerdo de la inmigración lo firma el PP, nos llamarían xenófobos»

Juanma Moreno, ayer en el Pleno del Parlamento andaluz
Juanma Moreno, ayer en el Pleno del Parlamento andaluzAgencia EFE

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se mostró ayer contundente en el Parlamento andaluz para rechazar la quita de deuda que plantea el Gobierno de España: «La condonación es un fraude para los andaluces. Y fue más allá al asegurar que su ejecutivo nunca va «a blanquear las cesiones al independentismo» catalán. El jefe del ejecutivo andaluz lamentó que el PSOE de Pedro Sánchez sea capaz de cualquier cosa para mantenerse en el poder e ironizó respecto a la supuesta mayoría de izquierdas en el Congreso de los Diputados al sugerir que «cualquier día meten a Vox en el frente progresista».

Moreno aludió a pronunciamientos de organismos económicos independientes como la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) para sostener que la quita de deuda es «un engaño para el conjunto de los andaluces» y lamentó que otros grupos supuestamente andalucistas no hayan dicho «ni pío», porque lo que realmente necesita la comunidad es un modelo de financiación justo que no suponga una merma anual de 1.522 millones para la gestión del servicios básicos de los andaluces: sanidad, educación y dependencia.

Bajo su punto de vista, resulta «inaudito» que un país como España dependa de un «prófugo de la justicia» que vive en Bruselas y con quien el PSOE se reúne a través de un mediador internacional. «Ese señor decide el presente y el futuro de nuestro país», criticó. «¿Hasta dónde están dispuestos los sanchistas a llegar y hasta dónde la dignidad de una gran formación política como el PSOE de seguir arrastrándose por el lodo?», se preguntó de forma retórica. En su opinión, la situación actual no se sostiene. «¿Alargar esta agonía es razonable con un Gobierno que no es capaz ni de aprobar unos presupuestos o una ley?». Lo último ha sido la cesión de una competencia del Estado como la inmigración, cuando dos días antes mantenían lo contrario.

Lo peor, en su opinión, es que un partido como Junts, que quiere «expulsar» a los inmigrantes por el simple hecho de no saber catalán sea escuchado y obedecido. «¿Qué pensarían los diputados socialistas si ese acuerdo lo hubiese firmado el PP? Nos tacharían de xenófobos y, sin embargo, agachan la cabeza y callan. No hay nadie en el PSOE que piense en el ‘postsanchismo’. Al ritmo que van, como les falten votos, llegan a un acuerdo con Vox y dicen que son progresistas también».

«No estamos de acuerdo en desmontar el estado y esa desconexión que se está produciendo de Cataluña», añadió Juanma Moreno, quien insistió en que el acuerdo entre el PSOE y Junts sobre las políticas migratorias es «claramente inconstitucional y es una cesión de una política de Estado», como «reconocían hace una semana» el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros María Jesús Montero y Fernando Grande-Marlaska.

Moreno recordó unas palabras pronunciadas en el pasado por la propia María Jesús Montero, quien en su día dijo: «Se pretende sustituir el debate del modelo de financiación» al hablar de condonación de deuda. El presidente subrayó que eso es, precisamente lo que él defiende, una financiación justa para Andalucía que no lastre la gestión de la sanidad o la educación como sucede ahora.

El problema de la falta de financiación lo eclipsó todo. Si Adelante Andalucía reclama mejoras para las enfermeras la respuesta es sencilla: se hace lo que se puede, se mejora, pero se haría más con mejor financiación. Si en educación faltan profesores, con más dinero se podrían contratar más. Y así hasta invertir 1.522 millones de euros más al año en el presupuesto de Andalucía.

El discurso del PSOE-A iba en la dirección impuesta desde Ferraz: «Nadie entiende que usted rechace la quita de la deuda», le dijo María Márquez, a pesar de la situación de los servicios públicos, y subrayó que tanto el PSOE como el Gobierno de España «están a favor de abordar un cambio del modelo de financiación» y también, insistió, «en que nos quiten la mitad de la deuda».

«¿Acaso es incompatible?», se preguntó la portavoz socialista, que instó a Moreno «a elegir entre Andalucía y (Alberto Núñez) Feijóo», y a abandonar «la confrontación», porque «a los andaluces no nos suma», según indicó al presidente, a quien la portavoz socialista instó a mirar «por los intereses de Andalucía y no por los de su partido». «Tiene una oportunidad magnífica con una andaluza como María Jesús Montero trabajando al frente del Gobierno de España», concluyó.

Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Andalucía, Toni Martín, retrató a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda como «la señora de la mano quemada», dentro de su reinterpretación irónica de aquella afirmación que hizo Montero sobre que pondría la mano en el fuego por su jefe de gabinete en el Ministerio dentro de la investigación abierta dentro del caso Aldama.

Márquez, un estreno sin apenas fuerza

►María Márquez se estrenó como portavoz del PSOE en el Parlamento sin demasiada fuerza. Trató la diputada de atacar a Moreno por sus políticas de igualdad dada la proximidad del 8M y le reprochó no ser «moderno». Se lo puso fácil al presidente de la Junta, que solo tuvo que recordarle que en el pasado congreso regional socialista encumbraron a una exconsejera de Chaves y Griñán y colocaron de telonero a José Luis Rodríguez Zapatero (sinónimo de «ruina», dijo Moreno). No tendrá Márquez un camino fácil teniendo que defender, sin autonomía, los mandamientos de Ferraz y de una secretaria general andaluza «a tiempo parcial». El PSOE-A, eso sí, abraza como salvación a María Jesús Montero.