Málaga pierde la Expo, pero gana infraestructuras

La fallida aspiración de Málaga para albergar la Exposición Internacional en 2027 no ha hecho sino reforzar el anhelo de la capital de la Costa del Sol por consolidarse como el gran referente del sur de Europa para lo que ha de redoblar esfuerzos, especialmente económicos, para avanzar en el planteado diseño esbozado.

Y es que ha sido mucho el trabajo realizado, especialmente en el último año, que ahora se difumina por los apenas once votos que separaron a la candidatura malagueña del proyecto serbio de Belgrado que se alzó con la victoria en la Asamblea de la Bureau International des Expositions, cebrada el pasado miércoles en París.

Con el título «La era urbana: hacia la ciudad sostenible» la candidatura española pretendía poner en valor las bondades de compatibilizar el crecimiento demográfico con un desarrollo urbanístico y una protección hacia el medio ambiente a la que ahora no se quiere renunciar.

Pese a que el impacto económico que hubiera generado su consecución se preveía en varios miles de millones de euros, nadie duda que la capital malagueña constituye un ejemplo significativo y paradigmático como de ciudad en continuo proceso de evolución y crecimiento que afronta ahora el desafío de vertebrar ese futuro trazado.

Y es que el revés encajado en la capital francesa se ve ahora como una oportunidad de poner en valor un modelo de ciudad, obligada, no obstante, a decir adiós a una inversión ciertamente ambiciosa, con la que materializar las infraestructuras asociadas a la Expo y que debe ahora encontrar fórmulas para dar luz verde a la tramitación de esas ideas.

De entrada, cuenta con el apoyo del resto de administraciones, Gobierno Central, Junta de Andalucía, y Diputación Provincial que han dado un claro ejemplo de que se puede dejar de un lado los colores políticos y trabajar en favor de un objetivo común.

A

demás de la construcción del recinto que habría de albergar la muestra internacional en el distrito de Campanillas, reservados inicialmente para desarrollar la ampliación del Centro de Transportes de Mercancías, el Ayuntamiento de la capital quiere seguir adelante con la construcción del espacio de los pabellones.

Y es que se trata del «triángulo productivo» de la capital, sobre el que pivotan la Universidad, el Parque Tecnológico de Andalucía, el Palacio de Ferias y Congresos, o los parques empresariales, en cuyos suelos se quiere ahora crear un ecosistema para nómadas digitales, que fomente la innovación y el emprendimiento.

Junto a ello, el Plan Litoral, que contempla el soterramiento del tráfico en el eje este-oeste de la ciudad entre el Hotel Miramar y el Guadalmedina, es otro de los puntales de la candidatura malagueña que quiere ahora impulsar el gobierno local, así como el Auditorio en terrenos del Puerto malagueño o la integración urbana del río Guadalmedina, una de las actuaciones que más años, incluso décadas, de retraso acumula. La exposición iba a instalarse en una parcela de 51,2 hectáreas, ubicadas en la zona de Buenavista, entre la autovía del Guadalhorce y la carretera de Cártama, junto a unos terrenos donde se aprobó hace más de una década la construcción de 1.250 viviendas para las que no obstante se ha iniciado los trámites administrativos.

Sabedor del contexto económico requererido, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, aboga por conseguir fondos europeos para poder materializar esa hoja de ruta trazada y que lo actuado no caiga en saco roto. Y es que el primer edil considera que es factible mantener «el mismo entusiasmo, la misma ilusión, el mismo amor y pasión por la ciudad y, aunque no se llamará específicamente Expo, este gran proyecto, de una u otra forma, será realidad».

Respecto al contenido en sí de la Expo de la candidatura de Málaga, De la Torre, apuntó a que, por ahora, no se plantea presentar nuevas candidaturas, pero avanzó que la temática se abordará en otros foros de la ciudad como Greencities o S-Moving.

Lo cierto, es que la derrota frente a Serbia en la carrera por albergar este evento internacional ha caído como un jarro de agua fría en el Consistorio malagueño y en el PP andaluz. A este respecto, el coordinador general del PP, Elías Bedodo, culpó ayer a Gobierno de España de su falta de apoyo y de «actuar a medio gas». La ilusión, el compromiso y la profesionalidad de la candidatura que lideraban Moreno, De la Torre y Salado no es el mismo que veíamos en los rostros del Gobierno de España», afirmó Bendodo.