Entrevista

Manuel Cardeña: «Hemos asentado las bases para lo que va a ser un nuevo concepto de Mancomunidad»

Alcanza la «deuda cero» con los proveedores y espera acabar con los problemas graves de abastecimiento de agua en tres años

Manuel Cardeña, presidente de la Mancomunidad de la Costa del Sol, en su despacho
Manuel Cardeña, presidente de la Mancomunidad de la Costa del Sol, en su despachoLa Razón

A un mes de cumplirse el primer aniversario de que Manuel Cardeña asumiera la presidencia de la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental, los once municipios que conforman este organismo enfrentan importantes desafíos respecto a la gestión del agua –marcada por la situación de sequía actual– y los residuos, dos de las competencias más importantes a cargo de la institución supramunicipal.

Cardeña asumió el cargo el 28 de julio de 2023 con la intención de que la Mancomunidad se convirtiera en «eje político de la comarca» y en un «banco de pruebas» para abordar problemas estructurales, sociales y económicos. En una entrevista a LA RAZÓN, el presidente asegura que «hemos asentado las bases para lo que va a ser un nuevo concepto de Mancomunidad en los próximos años» y destaca como fortalezas de su gestión haber alcanzado «la deuda cero» con los proveedores, un adeudo que ascendía a 15 millones de euros; la puesta en marcha de «nuevos contratos para la recogida selectiva de envases de cartón», que situarán a los municipios mancomunados a la cabeza del reciclaje en Europa; y las inversiones destinadas a saneamiento y abastecimiento para no volver a sufrir «con la misma intensidad» las próximas sequías.

En este contexto, Cardeña asegura que la Mancomunidad es «una de las que mayor presupuesto tiene de España (138,4 millones de euros) y un referente para la parte oriental y el Campo de Gibraltar», una posición que, según ha opinado, la convierte en ese «eje político» que prometió. El presidente asegura que desde la entidad han «liderado» el trabajo conjunto entre esos tres enclaves para «vencer la sequía» y, en el ámbito del reciclaje, «hacer que la nueva tasa que ha puesto el Gobierno central –conducido por la UE­– no sea tan dura para los ciudadanos», en referencia a la subida del 77 por ciento de la tasa que cobra a los ayuntamientos por tratar sus residuos en el Complejo Medioambiental de Casares y en las plantas de transferencia.

Respecto a la gestión del agua, el representante de la organización alerta de que, aunque «haya una situación de calma tras las lluvias de Semana Santa», el problema de sequía podría volver en octubre o noviembre. «La obra de la desaladora de Marbella está en marcha y nos dará un alivio, pero no va a dar tiempo a que se hagan las obras que de verdad nos van a dar la tranquilidad para afrontar los siguientes episodios de sequía», señala. En este punto, el presidente sitúa como prioridades la consecución de «una segunda desaladora, las dos desalobradoras en Estepona y Fuengirola, la autovía del agua desde Fuengirola a Torremolinos y las obras en la depuradora para que el agua regenerada sea de calidad». Por otro lado, destaca la «absoluta coordinación» con la Junta y la Diputación de Málaga, aunque echa de menos una mayor implicación del Estado. «El Gobierno central está desatendiendo sus competencias en el asunto de la desalación», lamenta, aunque garantiza que va a «conseguir su autorización para hacer la segunda desaladora».

Igualmente, el uso de aguas regeneradas también es fundamental para aliviar el estado de los pantanos. Los once municipios de la Mancomunidad producen 40 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas al año, pero solo se utilizan unos ocho hectómetros. «La intención es que pasemos a 20 hectómetros de aguas regeneradas de consumo», explica Cardeña, un hito que permitiría por primera vez el baldeo de calles y el riego de zonas verdes privadas, ya que por el momento solo sirve para regar zonas verdes públicas, campos de golf e instalaciones deportivas. Para conseguirlo, el presidente asegura que Acosol –la empresa pública de aguas de la Mancomunidad– liderará este reto con «una mayor inversión –para ajustarse a los estándares de calidad que exige la Unión Europea– y el apoyo de la Junta de Andalucía». Asimismo, con el foco puesto en el saneamiento y la segunda desaladora, el presidente de la Mancomunidad espera que en un periodo de «dos o tres años» no haya «problema de sequía» y acabar con «una situación deficiente que arrastramos desde hace 30 años».

En el ámbito de la sostenibilidad y en el propósito de convertirse en un «banco de pruebas», la Mancomunidad también ha desarrollado proyectos como la recogida y tratamiento del alga asiática en las playas. Estas algas se mezclan con residuos vegetales para crear compost, una solución que reduce el coste en la gestión de residuos y sirve como biofertilizante. «A través del programa Intercambia ­–una plataforma para interconectar los proyectos de los ayuntamientos– los municipios están recogiendo el alga asiática para crear compost» en el Complejo Ambiental Costa del Sol. Solo esta acción ha abaratado «en un 50 por ciento el gasto de los ayuntamientos para deshacerse de este residuo», insiste Cardeña.

En su primer año como presidente, Cardeña se ha enfrentado a la gestión de una grave sequía, la eliminación de la deuda que arrastraba la Mancomunidad con los proveedores y la implementación de proyectos innovadores para la sostenibilidad. El presidente del organismo supramunicipal asegura que ha «asentado las bases» para lo que llama «una nueva Administración». No obstante, mantener el consenso y la colaboración con otras administraciones será vital para superar los desafíos estructurales y asegurar que la Mancomunidad continúe siendo líder en sus competencias a través de la modernización de unas infraestructuras que no solo requerirán de inversión, sino también de una gestión eficaz y la constante adaptación a las necesidades de once municipios cuya población no para de crecer.