Radiografía
Marihuana indoor: organizaciones internacionales copan el negocio
España acaparó en 2022 el 81% de las plantas de marihuana incautadas en la Unión Europea
Según datos del Informe Europeo sobre Drogas 2024, España acaparó en 2022 el 81% de las plantas de marihuana incautadas en la Unión Europea. Esto es debido a la proliferación de instalaciones para cultivar marihuana en el interior de edificios, las conocidas como plantaciones indoor. Los datos de las fuerzas de seguridad indican que son más difíciles de detectar y tienen mayor rendimiento que las plantaciones a cielo abierto, de cuatro a seis cosechas al año. Estos dos factores son claves para explicar el importante peso de las plantaciones de interior dentro del cultivo de marihuana en España.
Este conjunto de circunstancias –rentabilidad y dificultad para su detección– ha generado que estas instalaciones ilegales estén controladas por «organizaciones trasnacionales con una potente actividad policriminal» según el ministerio del Interior. En Andalucía proliferan un gran número de estas plantaciones indoor, fundamentalmente en zonas degradadas de las ciudades y en polígonos industriales.
Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan 24 horas al día mediante enganches ilegales que causan estragos en la red eléctrica. La sobrecarga de potencia activa las protecciones de los centros de transformación y provoca interrupciones de suministro que afectan a los vecinos de la zona.
El consumo de electricidad es tan alto y la manipulación de las instalaciones tan devastadora que llegan a originar incendios en líneas subterráneas y en los centros de transformación, hasta el punto de que se han registrado picos de 15 fusibles fundidos al día por centro de transformación. Los datos que ofreció ayer Endesa son abrumadores. La empresa desconectó de la red eléctrica de Almería cinco plantaciones de marihuana a la semana; dos a la semana en el caso de Sevilla y Cádiz; y una en la provincia de Córdoba.
Las provincias de Málaga y Granada lideran esta clasificación: los datos de Endesa señalan que desconectaron hasta siete y tres plantaciones al día respectivamente en el último semestre.
En Jaén y Huelva se desconectaron 16 y 10 plantaciones en el primer semestre del año.
La empresa recuerda que estas conexiones ilegales provocan incendios en las instalaciones generales, pero también en los edificios y viviendas en los que se ubican las plantaciones, originando graves riesgos tanto para las personas que manipulan las instalaciones como para los vecinos del entorno, que sufren además problemas en su suministro eléctrico.
Además, las conexiones ilegales vinculadas a plantaciones de marihuana acaparan, junto a los grandes consumos vinculados a la actividad industrial y los negocios el 74% de la energía defraudada detectada por la filial de redes de Endesa.
El Partido Popular presentó una Proposición no de Ley en el Parlamento andaluz en la que reclama una modificación del tipo básico del artículo 255 del Código Penal sobre defraudación de fluido eléctrico, «creando un nuevo tipo agravado basado no tanto en el valor de lo defraudado, sino en el perjuicio al interés público y a los usuarios que tenga como origen o consecuencia el cultivo y tráfico de drogas».
En concreto, «la graduación de la pena del tipo agravado del nuevo apartado del articulo 255 sea de 1 a 3 años de prisión y lleve aparejada de 6 a 18 meses de multa».
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