Función pública

Más de 160 médicos autorizados a trabajar en la privada en un trimestre

►Siete de cada diez solicitudes de compatibilidad que gestiona la Junta son de profesionales sanitarios

Las principales reivindicaciones del sindicato médico son de índole económico
Las principales reivindicaciones del sindicato médico son de índole económicoEp

El Sindicato Médico de Andalucía (SMA) ha declarado la guerra a la consejera de Salud y Consumo, Catalina García. A raíz de la publicación de una confusa información sobre el sueldo medio de los médicos de Atención Primaria, el SMA ha apuntado a la responsable de la competencia sanitaria en la Junta de Andalucía como la única y gran responsable de la precaria situación del Servicio Andaluz de Salud. El sindicato consideró que dar a conocer esas cifras supone una estrategia para «desprestigiar» a los facultativos en medio de una crisis que amenaza con agravarse con la llegada del verano. Posteriormente enfatizó el «fracaso» de sus planes y el hecho de que se había «quedado sola» en la defensa de «un proyecto cuyo rasgo más destacado es la lista de espera más grande de la historia de Andalucía y el mayor desencuentro con trabajadores en Mesa Sectorial». Y no se quedó ahí. Luego consideró «ridículo» que Catalina García «pretenda con los MIR evitar el colapso de la Atención Primaria este verano», llegando a aseverar que «recurrir a ellos es escurrir el bulto». En medio de la negociación, los médicos continuaron atacando a la consejera y aseguraron desconocer alguna propuesta para evitar el cierre de centros en verano por parte de la consejería. En los últimos días han calificado como «catastrófica» la gestión de García. Un comunicado en el que los médicos centraron una vez más en el apartado económico sus reivindicaciones.

La profesión más vocacional de todas, la que consiste única y llanamente en salvar vidas, se concentra en reclamar «incentivos» económicos y criticar que el SAS «dilapide cientos de millones de euros en la consulta de acogida y en consolidar los refuerzos covid de otras categorías». «El presupuesto más alto de la historia del SAS ha sido derrochado en proyectos fracasados y en medidas populistas mientras el SAS se quedaba sin médicos». Frente a esto, la consejera siempre ha mantenido abierta la vía del diálogo en mitad de una crisis constante desde el Covid por la falta de médicos y las eternas listas de espera.

De hecho, la Junta continúa dando cumplimiento fiel a la normativa en la solicitudes de autorización de compatibilidades, a pesar de la situación excepcional y particularmente grave para los usuarios.

Los datos consultados por LA RAZÓN reflejan que un 70% de las compatibilidades aprobadas por la Junta de Andalucía entre enero y marzo de 2024 son a personal sanitario. Y más de la mitad en ese primer trimestre del año fueron para que médicos puedan ejercer en clínicas privadas de forma simultánea. En concreto, en el periodo reseñado, un total de 163 facultativos de distintas especialidades recibieron la conformidad de las Administración autonómica. En comparación con 2023, esta cifra refleja un considerable aumento del 33,6% (122). Este primer trimestre de 2024 se concedieron 318 compatibilidades frente a 314 de 2023 –cifras muy similares–. De ellas, 223 se han concedido a profesionales del sector sanitario.

Que los facultativos sanitarios copen la mitad de las resoluciones de compatibilidad que otorga el Ejecutivo andaluz no responde a la temida privatización que la oposición reitera. Seleccionando al azar un año previo a la etapa de Juanma Moreno se puede comprobar. Por ejemplo, en 2016 la Junta, entonces socialista, autorizó entre enero y junio 314 médicos a trabajar en la privada. El aumento es mínimo.

Lejos de plantear medidas restrictivas a los profesionales para que no puedan ejercer en el sector privado y ante la falta de médicos, el plan de choque para reducir las listas de espera ha incluido el pago de horas extras a los facultativos para aumentar el número de intervenciones. Así, según datos de la Consejería de Salud , en 2023 se «ha llegado a las 2,5 millones de horas extraordinarias», mientras que durante este año se estima alcanzar «los 148-150 millones de euros entre continuidad de asistencia y autoconcierto».