Modernizar y abrir todo el año para «desestacionar» las playas

Desestacionalizar «al máximo» el segmento sol y playa se ha convertido en un objetivo del Gobierno de Juanma Moreno. No es nuevo. Bajo la presidencia de Susana Díaz ya se intentó sin éxito. Pero es cierto que cada año la temporada alta se estira un poco más, porque el tiempo lo permite y porque Andalucía reúne las condiciones ideales para recibir a turistas durante los doce meses. Por ejemplo, una provincia como Málaga disfruta de 320 días de sol al año.

El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, aboga por que el segmento de sol y playa «por sí mismo, se desestacionalice». En particular, respecto a la apertura durante todo el año de los chiringuitos de playa, ayer avanzó que el Consejo de Gobierno abordará cómo conceder la autorizaciones pertinentes, pues se trata de una medida transversal, que afecta a varias consejerías.

A su juicio, es necesario «abrir un poco la mente e intentar utilizar nuestras instalaciones y equipamientos, también nuestros espacios naturales, para otras actividades fuera de lo que es la temporada que tiene mayor uso». «El segmento turístico de la nieve funciona cuando hay nieve y el de sol y playa funciona básicamente cuando hay sol y playa, pero, ciertamente las ideas en relación con sus desarrollos consisten en que al final se puedan utilizar todo el año», explicó en Canal Sur Radio el consejero, poniendo de ejemplo, entre otros, el caso de Sierra Nevada donde «hay instalaciones de alto rendimiento deportivo para que los equipos puedan estar utilizándolos durante todo el año». «Queremos que esas instalaciones, los hoteles, tanto las instalaciones en playa como cualquier otro tipo de negocio turístico alrededor de sol y playa –continuó– pudieran funcionar la mayor parte del año para gestionar la estacionalidad mucho más adecuadamente y que no hubiera altibajos». Para ello, los chiringuitos necesitan como cualquier otra instalación turística o cultural de actualizaciones y mejoras. La Junta va a trabajar junto a los empresarios de playas para que «sean capaz de actualizarse, de mejorar los procesos de operaciones y también introducir la digitalización y criterios, buenas prácticas en la atención a los turísticas para que esas instalaciones puedan estar todo el año abiertas». «Quizá durante el invierno no se puede bañar uno en la playa, algunos lo hacen, pero durante el invierno o el otoño es muy agradable hacer ejercicio en la playa», insistió.

El objetivo es claro: explorar un camino que genere rendimiento económico en otras momentos del año. Los empresarios han acogido «positivamente» esta apuesta que vienen reclamando desde hace años. De hecho, desde la Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz consideran que esta apuesta de la Junta se debe materializar en resoluciones favorables por parte de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, poniendo en valor las competencias traspasadas por el Estado en 2011. En definitiva, recuerdan la necesidad de contar con «seguridad jurídica», algo que no solo incumbe a la Junta, pero el nuevo Reglamento de Costas del Gobierno supone otra piedra en el camino. En Andalucía hay unos 2.000 chiringuitos que emplean a 40.000 personas y facturan unos 500 millones anuales.

MÁS DEL 70% DE EXPEDIENTES RESUELTOS

La Junta de Andalucía viene realizando desde 2019 un esfuerzo por otorgar seguridad jurídica a los chiringuitos de playas y, según datos oficiales, a finales del 2021 el 70,0% de los permisos solicitados para estos locales se encontraban resueltos, estando en

proceso un 19,6%, mientras que un 6,5% no se encuentra aún en tramitación. En concreto, se activó un plan para desbloquear los 825 expedientes de concesiones de ocupación de dominio público marítimo-terrestre que llevaban años esperando resolución, entre ellos los correspondientes a chiringuitos de todo el litoral andaluz.