Política

Montero hace bueno a Juan Espadas en el PSOE de Andalucía

Los socialistas agudizan su caída en Andalucía y podrían descender hasta los 25 escaños, mientras que el PP de Juanma Moreno revalidaría su mayoría absoluta, según el último Barómetro publicado por el Centra

María Jesús Montero
María Jesús MonteroEuropa Press

El Partido Popular de Juanma Moreno ganaría las próximas elecciones andaluzas con el 42,2% de los votos y una ventaja de 19,2 puntos sobre el PSOE-A. Traducido en escaños, este resultado arrojaría entre 57 y 59 escaños para el PP-A en el Parlamento andaluz, frente a los 58 que tiene en la actualidad, que son tres más de los 55 que dan la mayoría absoluta en la Cámara autonómica, mientras que el PSOE-A bajaría de sus actuales 30 diputados hasta quedarse con una horquilla de 25 a 28. El barómetro publicado ayer por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Consejería de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, hunde completamente las expectativas electorales socialistas y refrenda la sensación de que el «efecto Montero» lo que ha hecho en realidad es agravar la situación del PSOE.

Cuando el 19 de junio de 2022 el Partido Popular de Juanma Moreno logró una histórica mayoría absoluta en Andalucía con 58 escaños frente a los 30 diputados del PSOE, los socialistas reaccionaron argumentando que a Juan Espadas le había faltado tiempo para darse a conocer entre la población andaluza. La reacción de los socialistas fue promocionar a Espadas como portavoz del partido en el Senado para que ganara protagonismo en la política nacional y su mensaje tuviera más repercusión. El final del ex alcalde de Sevilla es conocido: desde la dirección nacional del partido, la misma que lo había apoyado frente a Susana Díaz, se aceptó su relevo a principios de este año por la vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero.

La actual secretaria general del PSOE andaluz es muy popular en la comunidad. Según el último barómetro de la Fundación Centro de Estudios Andaluces, la conoce el 76,1% de la población, que la valora con 3,85 puntos sobre 10. El 13 de junio de 2021, la militancia socialista respaldó a Espadas frente a Susana Díaz y en julio fue nombrado oficialmente secretario general del PSOE-A. El barómetro de junio de ese año, ya incluyó preguntas sobre el nuevo líder socialista, al que conocía el 68,2% de los encuestados y lo puntuaban con un 5,39. Espadas se despidió, en el barómetro de diciembre de 2024, con una puntuación del 3,95 (por encima de Montero) y con un grado de conocimiento del 74,2%, muy similar al de la vicepresidenta primera.

La última encuesta con Espadas como líder del PSOE-A otorgaba al PP 57-59 diputados, con el 43,5% de los apoyos, y a los socialistas 26-27, con el 21,4% de los sufragios. Ahora, los socialistas podrían, en el peor de los casos, quedarse en 25 representantes en la Cámara andaluza.

El cambio de Montero no ha supuesto ningún revulsivo. En el grupo parlamentario socialista ha habido un simple cambio de cromos –tampoco había mucho margen– y en el partido a nivel provincial ha habido algunos relevos fallidos en provincias, como es el caso de Jaén y Granada. Por lo demás, la secretaria general del PSOE-A hace oposición de fin de semana y sus apariciones en actos han restado más que sumado, con palabras polémicas como cuando cuestionó la presunción de inocencia o la calidad de los médicos que se forman en universidades privadas pese a que están obligados a hacer un MIR común.

Su presencia en el Gobierno de España tampoco le ayuda porque la confrontación cala en el electorado. Más de la mitad de los andaluces –el 56,2%– considera más urgente reformar el vigente sistema de financiación autonómica para garantizar una asignación justa para las comunidades que la condonación de deuda propuesta por el Ministerio de Hacienda, que ve prioritaria el 12,9%.

Por su parte, el PP no acusa el desgaste del Gobierno aunque sí parece que ha alcanzado su techo, instalado, eso sí, en una cómoda mayoría absoluta que le da poco margen para incrementarla aún más. Solo pierde un 0,9% de apoyos y se mantiene por encima de los 55 escaños que otorgan la mayoría en el Parlamento y no necesita a Vox para gobernar. De hecho, ese sigue siendo el objetivo de Moreno –con una valoración del 5,51%– y en el que insistirá en el año que queda –salvo adelanto– hasta las elecciones: un Gobierno moderado y de diálogo que no depende la ultraderecha y que es la única alternativa a un conglomerado de distintos partidos de izquierdas –PSOE, Sumar y Adelante Andalucía, el partido de izquierdas y nacionalista impulsado por Teresa Rodríguez–.

El barómetro también señala que Vox repetiría como tercera fuerza más votada en la comunidad con el 14,3% de los sufragios –0,8 puntos más que los obtenidos en las últimas autonómicas– con entre 15 y 16 escaños; Sumar sería la cuarta fuerza con el 8,5% de apoyo con entre 6 y 9; y Adelante Andalucía sería la quinta candidatura más votada y obtendría un 3,8% de los sufragios, lo que le aportaría entre uno y dos escaños.

Ciudadanos, con un 2,22%, y Se Acabo la Fiesta, con el 1,2%, no obtendrían representación.