Exposición

El precursor del selfie retrata la sociedad contemporánea

«Fama. Everybody», una colección de 49 fotografías, llena de color la Fundación Cajasol en una muestra que retrata la ciudad del siglo XXI con todos sus contrastes

Dos fotografías expuestas en la muestra
Dos fotografías expuestas en la muestraKiko HurtadoLa Razón

A Hubertus Rudolph zu Hohenlohe-Langenburg (Ciudad de México, 1959) lo invitaron a la plaza de toros de la Maestranza a acudir a un festejo. La persona que tuvo la gentileza presidía ese día la corrida. Se presentó con un traje azul, pero no de los clásicos que se combinan con una camisa blanca o beige y corbata a juego. Tal sería la vestimenta que no lo dejaron pasar: «Me cabreé, pero luego lo entendí», dijo durante la presentación de su exposición, «FAMA Everybody. Hubertus Von Hohenlohe», que estará abierta en la Fundación Cajasol hasta el próximo 14 de octubre.

Con traje azul arlequinado, camisa con una tabla pantone y su inseparable cámara fotográfica colgada al pecho, Von Hohenloe explicó que su arte consiste en tratar de captar «la verdad» de las cosas. Eso es lo que le cautivó de Sevilla, una ciudad con «una identidad tan fuerte que lo nuevo tiene que tener mucho caché», donde «lo nuevo y lo moderno» conviven en sintonía.

Hohenlohe no entró ese día en La Maestranza pero más le costó convencer a Carmen Laffón para que posara para su cámara –cuatro años estuvo detrás de su familia, dijo–, en una de las fotografías que se puede ver en la muestra, situada junto al retrato de Luis Gordillo. Laffón y Gordillo son los dos máximos representantes del arte sevillano de la segunda mitad del siglo XX y ejemplos de esa ciudad en la que lo moderno se abre paso –a veces a martillazos– entre la Semana Santa, los toros y el flamenco, que también tienen sitio en la muestra.

Una de las fotografías de la exposición
Una de las fotografías de la exposiciónKiko HurtadoLa Razón

Pero la exposición de Hohenlohe va mucho más allá de Sevilla porque es un homenaje a la sociedad contemporánea y a la ciudad del siglo XXI, desde Viena a Marbella, pasando por Berlín, Buenos Aires, Lisboa, Ciudad de México, Mumbai, Nueva York o Tokio.

Observa el comisario de la exposición, Sema D´Acosta, que la obra del autor es «precursora de algunos síntomas que conforman nuestro mundo de hoy, especialmente tras la consolidación definitiva de lo digital e internet».

Abundando en este asunto, señala que «sus reconocibles autorretratos en el contexto urbano son el precedente de un narcisismo que ha inundado en poco tiempo las redes sociales» y que estilo «anticipó el auge del selfie con el smartphone, una fotografía como expereriencia del lugar que se ha extendiddo con aceleración gracias a la inmediatez ubicua que permite la globalización y aplicaciones como instagram».

En la época de los filtros, las fotografías expuestas son como un collage que capta la esencia de una ciudad en el momento justo que atrapa el alma de un visitante, que en este caso es siempre el mismo: el propio Hohenlohe, que emerge como un flâneur para cerrar el vínculo entre la urbe y la persona.

No hay que confundir el trabajo que presenta Hohenlohe como un mero ejercicio de narcisismo porque sus fotografías tienen más de tributo a la ciudad que visita que de autoafirmación. Es el homenaje de un autodidacta que muestra los sentimientos que le provoca aquello que experimenta y que, como él mismo cuenta, «empecé a tomarme en serio la fotografía a los cuarenta años», especialmente tras descubrir la cámara digital porque «a través de la pantalla trasera puedo ver de forma instantánea la toma, y eso para mí fue un antes y un después».

«Fama. Everybody» está compuesta por un total de 49 fotografías en las que el visitante podrá disfrutar de su característico estilo pop art, de sus autorretratos y de los retratos a los muchos famosos que han rodeado al aristócrata –hay imágenes de Zinedine Zidane, el artista Fernando de Szyszlo, Emilio Caracafé, Lenny Kravitz, Morante de la Puebla, Cristoph Walz o Brigitte Nielssen, presente en la inauguración– y su personal visión de diferentes ciudades del mundo.

La exposición, que abre el año cultural tras el verano en la Fundación Cajasol de Sevilla, estará abierta al público hasta el 14 de octubre, en horario de 11 a 14 y de 18 a 21h, de lunes a sábados. Los domingos y festivos permanecerá cerrada.