Política

El presidente del TSJA ve "una gran debilidad argumental" en el planteamiento de la amnistía tras el procés

Avisa del "empobrecimiento" de la Constitución y lamenta las críticas del presidente del Gobierno a la acción judicial por el 1-O

El presidente del TSJA, Lorenzo del Río
El presidente del TSJA, Lorenzo del RíoEP

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, ha declarado este jueves que hay "una gran debilidad argumental" en el planteamiento de la aministía para los procesados del 'procés' catalán dentro del ordenamiento jurídico español.

En una conferencia en Córdoba, Del Río ha afirmado que "una amnistía puede ser legítima en determinadas circunstancias, pero el problema nuestro es que si uno mira la Constitución se da cuenta de que cuando se debatió este tema" en el origen de la Constitución "se dijo que ya hemos hecho dos leyes de amnistía, cambiamos de una dictadura a un estado democrático y ya la amnistía no tiene sentido, porque la historia la estamos escribiendo con la Constitución".

Además, ha precisado que "la amnistía es más que un indulto general" y ha comentado que "es un tema relativamente muy complicado, porque la amnistía implica un juicio crítico sobre una determinada etapa y no sé hasta qué punto eso tiene argumento de peso". Espera que "los parlamentarios tomen la decisión que crean oportuna y que los tribunales tomen una decisión con arreglo a derecho".

Previamente, ha declarado a los periodistas sobre el rechazo del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a la "acción judicial" que se emprendió contra los dirigentes del 'procés' en Cataluña que "nunca es deseable que se cuestione", de forma que "una vez que se ha puesto una resolución, debe respetarse".

En su discurso, el presidente del TSJA ha avisado del "empobrecimiento" de la Constitución Española con la situación de "anormalidad" en la justicia desde hace unos años y ha expuesto que que el momento actual es "cada vez más delicado", con "una situación que se va prorrogando y puede llegar un momento que el edificio ya no se sostenga", que "la justicia puede llegar al colapso" y que los ciudadanos sean "los grandes perjudicados". Y ante "la encrucijada", ha agregado, "no podemos seguir en el mismo camino".

A su juicio, "hay que tomar un camino y un cambio, porque la percepción es de mayor insatisfacción, lentitud e ineficacia", así como "mayor percepción de politización", de modo que "hay que cambiar", porque "la justicia sigue caminando, pero tiene que tomar un rumbo distinto", tras llevar "mucho tiempo" tratando de "enmascarar una realidad que cada vez se hace más evidente", al tiempo que ha avisado de "los problemas de una organización tremendamente compartimentada, la ineficacia del actual sistema digital y deficiencias en personal e infraestructuras".

Al respecto, ha advertido de "la maquinaria judicial con déficit históricos", subrayando que "hay que dar un salto cualitativo muy importante, una reforma estructural" con la reorganización y modernización, aunque ha admitido que "es difícil", si bien ha remarcado que "el sistema actual de justicia está totalmente superado", de ahí que vea "urgente" la reforma "profunda". "Casi hay que refundarlo", ha apostillado.

En este punto, ha apostado por "llegar al rendimiento óptimo de la justicia", que "todos los órganos judiciales resuelvan dentro de los plazos que las leyes procesales establecen todos los asuntos atribuidos a su competencia con la máxima calidad y precisión exigible". "Eso ahora mismo no sucede", ha avisado.

Al hilo, ha apuntado a "factores externos al propio juez, que el número de órganos judiciales, la demarcación y planta judicial está muy mal diseñada o que los instrumentos procesales son obsoletos e inadecuados, que las leyes procesales pueden establecer plazos de actuaciones incoherentes con la realidad social, que la oficina judicial no funciona o que la plantilla es inadecuada en términos cualitativos o cuantitativos". Y también "factores internos, conductas inasumibles que han de ser corregidas y llegado el caso sancionado".

Según ha expuesto, en esa "encrucijada" hay que ir hacia "una justicia más humana e independiente; más útil y eficaz, y más razonable en su uso". "Tenemos que ir al unísono en esos tres componentes", porque de lo contrario, "con el tiempo vamos a ir viendo cómo se deteriora cada vez más el servicio", ha pronosticado.