Salud
La sequía eleva las alergias a los niveles de una epidemia en Andalucía
Afecta a más de 2,5 millones de andaluces, uno de cada tres, con especial incidencia del polen del olivo
En el pasado, las alergias eran una enfermedad acotada en el tiempo. En el presente, con el cambio climático, la subida de las temperaturas y la sequía en grandes extensiones de territorio de Andalucía los síntomas alérgicos se han convertido en una epidemia que condiciona el día a día de miles de ciudadanos de forma crónica. Las enfermedades alérgicas afectan a más de 2,5 millones de andaluces, esto es, uno de cada tres. La sequía favorece a los síntomas de la alergia porque el polen está más tiempo en la atmósfera. Los cambios bruscos de temperaturas están «modificando el mapa de polinización». El polen del olivo se ha disparado hasta situarse en nivel extremo, por encima de los 600granos por metro cúbico de aire, según la medición del Hospital Universitario de Jaén. En Sevilla, por ejemplo, por la calle se ve volando polen a simple vista. Según el medidor de la Universidad de Córdoba, de la Red Española de Aerobiología, los niveles de polen de ciprés son moderados; de gramíneas, moderados tirando a altos; y de olivo y quercus son altos o extremos.
Salud Responde comenzó este lunes la campaña de información para las personas alérgicas al polen, trasladando mensajes de prevención a las más de seis millones de personas usuarias de la aplicación de Salud Responde. Los niveles de polen cuentan con cuatro rangos: alto, moderado, bajo o nivel nulo/muy bajo por cada uno de los alérgenos.
La Unidad de Inmunoteria y Alergia del Hospital Universitario Reina Sofía atiende a pacientes derivados de toda la provincia de Córdoba, donde se estima que pueda haber unas 160.000 personas con alergias respiratorias, de los que en torno al 62,5%, unos 100.000, pueden serlo al polen. Del total de personas con alergia respiratoria al polen, el 80% lo son al olivo, el 70% a las gramíneas, seguidos de Salsoa, del plátano de sombra y del ciprés. La Unidad de Gestión Clínica de Alergología del Hospital Universitario de Jaén reanudó el pasado 17 de abril, como cada temporada, la difusión diaria, sobre los niveles de polen en la provincia jiennense, la más afectadas por el olivo, junto a las gramíneas. El alergólogo del Hospital Universitario Jaén, Manuel Alcántara, enfatizó en «la importancia de tomar la medicación en los pacientes diagnosticados, de manera que, una vez llegado el pico de niveles de polen, puedan responder de la mejor manera posible y evitar una mayor afectación». La finalidad de las mediciones es que los pacientes puedan iniciar medidas físicas, como evitar su contacto con el polen, y farmacológicas, como la toma de antihistamínicos o inhaladores.
Unos 200 alergólogos se dieron cita a mediados de abril en la 51 Reunión de la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica (Alergosur) en Córdoba con el objetivo de dar a conocer y difundir los nuevos tratamientos y profundizar en patologías como los síntomas respiratorios en relación a neumoalérgenos, así como las alergias alimentarías y medicamentosas. En el Congreso se puso de manifiesto que las enfermedades alérgicas afectan a 2,5 millones de andaluces. Se estima que entre el 20 y 25% de la población tiene alguna alergia, enfermedad que puede llegar a incrementarse hasta un 50% para 2050. Más de ocho millones de personas en España son alérgicas al polen.
De la tradición milenaria de los médicos cordobeses, con figuras que han sido referentes mundiales como Maimónides, Averroes o Abulcasis, «la Alergología es una especialidad relativamente moderna, hay constancia de prácticas médicas en patología alergológica desde la Antigua Roma», explicó Álvaro Amo Vázquez de la Torre, miembro del Comité Organizador del congreso. En la actualidad, alrededor de 20 médicos internos residentes de Alergología están siendo formados en los Servicios de Alergología de nuestra comunidad. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tendría que haber un alergólogo por cada 50.000 habitantes. Alergosur denunció una vez más que el número de alergólogos en la Sanidad Pública Andaluza es escaso. «En la gran mayoría de los hospitales comarcales o de Alta Resolución no hay ningún alergólogo, lo que genera demoras indeseables en la atención de estos pacientes», explicó María Cesárea Sánchez Hernández, presidenta de Alergosur.
Respecto al cambio climático, desde Alergosur explican que esta realidad afecta de diferentes maneras a los pacientes alérgicos. Por un lado, las altas temperaturas y pocas lluvias hacen que los pólenes sean más resistentes a dichas situaciones, lo que se traduce en pólenes más alergénicos, y más duraderos en el tiempo. Por otro lado, este cambio climático hace que plantas autóctonas de nuestro ambiente sufran y mueran, siendo sustituidas por otras especies (muchas invasoras) más resistentes a estos ambientes tan hostiles para ellas.
CLAVES
►La nueva vegetación de las ciudades, la contaminación y el cambio climático hace que las ciudades se conviertan en lugares inhóspitos para mucha vegetación autóctona (y poco alergénica en muchos casos), siendo sustituida por vegetación más resistente y con pólenes más resistentes y a la vez, más agresivos y alergénicos, habiendo un aumento de casos claramente identificado a especies «urbanas» en estos últimos 5-10 años.
►La convivencia de períodos de sequía con precipitaciones abundantes y las variaciones en las temperaturas, fundamentalmente, condicionan el momento y la forma de la polinización de las plantas y, por tanto, los síntomas.
►La subida de temperaturas ha generado una mayor cantidad de polen y el adelanto de las alergias y enfermedades primaverales. A este factor se suma la falta de lluvia y las sequías, que aunque suponga un retraso la temporada de polinización, provocan una acumulación de la contaminación y, por tanto, del polen.
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