Sociedad
Piden que se suspendan los coches de caballos en Sevilla en los días de calor intenso
El Pacma propone que el Ayuntamiento marque una fecha a medio plazo para la extinción total de las licencias de este servicio público
El Partido Animalista Con el Medio Ambiente (Pacma) ha pedido al Ayuntamiento de Sevilla que adopte "medidas cautelares" con los coches de caballos de la ciudad, de modo que se prohíba que circulen cuando se den, como en estos días, episodios de olas de calor.
La portavoz de Pacma en Sevilla, Clara Márquez, ha dicho a Efe que, "por encima de ser o no un servicio público", se está hablando "de la vida de estos animales", de modo que entiende como necesario "tomar medidas con carácter de urgencia para suspender la actividad de los coches de caballos en las olas de calor".
Ha entendido que las medidas deben ser las mismas "que cuandio se cierran todos los parques y jardines públicos cuando hay avisos amarillos y naranja por fuertes vientos.
"El consistorio tiene competencias y potestad para tomar estas decisiones basadas en criterios objetivos de la AEMET", ha subrayado Márquez, que recuerda que es "el responsable directo de esta situación ya que es un Servicio Público", por lo que "tiene que tomar medidas urgentes cuando haya picos de temperaturas extremas y olas de calor".
En Sevilla, ha dicho, con más de 40 grados de temperatura "casi no se puede respirar en la calle, ni las personas ni los animales", para recordar que "los caballos trabajan durante todo el día y parte de la noche acarreando turistas sobre un asfalto abrasador, atrapados con arreos al carruaje y obligados a caminar con riendas que les llegan hasta el interior de la boca al antojo de los cocheros que los conducen".
Por eso, ha pedido "ponerse en la piel de un caballo", intentando "apaciguar el calor sofocante con ese hierro metido en la boca y sin poder beber cuando quiera o desplazarse a una sombra".
Pacma propone que el Ayuntamiento de Sevilla marque una fecha a medio plazo, como se ha hecho en Málaga, para conseguir la extinción total de las licencias de este servicio público "tal y como las conocemos hoy día y reconvertirlas en licencias de vehículos turísticos tradicionales de tracción eléctrica".
Una sustitución progresiva que vaya acompañada, por un lado, de ayudas económicas a los cocheros para adaptar el vehículo y, por otro lado, de una serie de medidas transitorias que garanticen el bienestar de los caballos y encaminadas a la regulación del trabajo de los animales "acompañadas de sanciones potentes a los cocheros que las incumplan".
En el caso de Sevilla, ha recordado, debería ser "mucho más fácil, puesto que los coches de caballos son un servicio público", mientras que en Málaga es un privado, pero "al final, es cuestión de voluntad política".
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