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De Sabiñánigo

Inventos aragoneses que revolucionaron el mundo: este se produce a -40ºC y es de un solo uso

En Aragón se han patentado la fregona o la olla exprés, pero el de este oscense es el único que alimenta

Javier Yzuel Facebook Baskonia

Se llama Javier Yzuel, es de Sariñena, Huesca, y con tan solo 36 años pasó rápidamente a la historia de Aragón y el mundo entero por la invención, o más bien el descubrimiento, de los huevos fritos congelados. Lo patentó, y en solo en dos años abrió dos fábricas: una en Vitoria, que ya entonces producía unas 45.000 unidades diarias, y la de Albentosa, en Teruel, con 200.000 huevos fritos cada 24 horas.

Porque aunque nos enterásemos de su existencia a razón del gran al revuelo que supuso la venta de huevos fritos congelados en Mercadona (2022) por comentarios como estos en X: "Si es por pereza, en un bol con una gota de aceite, puedes freír un huevo en el microondas en un minuto", lo cierto es que seguramente ya nos habíamos comido el invento del aragonés mucho antes. Yzuel elaboró el primero en 2013. Nadie antes lo había hecho.

Lo consiguió por cabezonería aragonesa

Después de tres años de concienzudas investigaciones, el oscense criado en Zaragoza y formado en la Escuela de Hostelería de Teruel, consiguió dar con la clave en un restaurante de Vitoria. Su perseverancia y “cabezonería aragonesa”, según dice en ‘ABC Aragón’ hizo que acabara lográndolo.

El secreto no está en los ingredientes, que no son otros que huevos muy frescos y aceite de oliva virgen. La patente está en cómo se fríen y cómo se congelan posteriormente. “Es muy complicado, porque la clara y la yema son dos elementos nutricionalmente y de morfología totalmente diferente”, y eso complica que pueda congelarse tras freírlo. Por si eso no fuera suficiente complejidad, se le añade la regulación alimentaria, que prohíbe vender huevos fritos con la yema líquida si no son para consumo inmediato.

600 huevos en tan solo cuatro minutos, si son los de Yzuel

Así pues, el inventor maño que no solo tuvo que dar con la fórmula para congelar el huevo frito, sino para freírlos de forma que la yema no quedase líquida sino relativamente espesa. “La nuestra es cremosa, mantequillosa”, sentencia con orgullo en el mencionado.

Y dio finalmente con el ansiado truco, que hoy le ha hecho rico porque su producto es muy rentable en bares, restaurantes, hoteles o caterings. «Vendemos solo a clientes finales como hospitales, colegios o cadenas de comida rápida», específica Yzuel.

Los datos avalan su practicidad. Y es que gracias a sus huevos fritos ultracongelados, cualquier establecimiento de restauración puede dar hasta 600 en tan solo cuatro minutos, según apuntan en ‘El Periódico de Aragón’. Así pues, el descubrimiento del oscense es la solución definitiva de, por ejemplo, una conocida cadena de hamburguesas que le compra para no cocinar los huevos de uno a uno. Simplemente hay que esperar a que se descongelen rápidamente.

Patente que le blinda en EE.UU., Australia...

Además del crear un nuevo producto alimenticio, el de Sabiñánigo ha sabido proteger muy bien lo suyo durante todo este tiempo. Su patente está protegida en España y también en otros 18 países, como Estados Unidos, Rusia, China o Australia, Suráfrica.

Han intentado imitarlo, pero nadie da con su perfecto huevo frito congelado. «No hay constancia de nadie más en el mundo que haya conseguido producir auténticos huevos fritos congelados», concluye.