El Tíbet aragonés: así es el oasis budista más próximo al masivo desembarco de chinos en España

1.847 trabajadores chinos, por lo menos, vendrán muy pronto para quedarse. La gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos todavía en construcción cerca de Figueruelas, en Zaragoza, es la razón de un nuevo ‘Chinatown’ temporal en tierras aragonesas que se ajuste a su cultura y no les haga sentir tan lejos de su país de origen. No se estima la construcción de templos religiosos, pero los budistas tienen u oasis espiritual muy cerca, en el majestuoso Pirineo oscense.

Entre las fastuosas montañas que colindan con Francia se esconde el fascinante Centro Budista Dag Shang Kagyu. Ubicado muy próximo a Panillo, provincia de Huesca, el templo profesa las milenarias enseñanzas de los linajes Shangpa Kagyü y Dagpo Kagyü. Su origen se remonta a los 60, cuando un grupo de curiosos españoles del budismo fueron al país galo para conocer en primera persona al monje Kyabje Kalu Rinpoché, quien había fundado varios templos budistas en el entorno natural francés.

Templo elegido por muchos para retiros de larga duración

Décadas después, en los 80, los españoles le imploraron que dirigiera un templo espiritual en España, y finalmente así lo hizo: era importante que se emplazara en un lugar especialmente tranquilo, muy lejos de las grandes urbes y rodeado de naturaleza en estado puro. El cóctel perfecto era el pre-pirineo aragonés, por lo allí fue donde construyeron el monasterio oriental. Desde 1984 el lugar recibe una media de más de 15.000 visitas al año, según 'elDiario.es'.

El templo ostenta 108 estupas, un estilo de arquitectura budista que tiene el único fin de resguardar reliquia, una casita de velas, un molino de oraciones y varias esculturas. Es, sin lugar a dudas, un viaje a la exótica y milenaria China. Un centro que, además, también cuenta con una zona para retiros espirituales de larga duración.

Hacen cursos de puyas

Pese al paso del tiempo, el centro no deja de tener una actividad frenética, siempre desde la serenidad y el sosiego. Todos los días, en Dag Shang Kagyu se llevan a cabo numerosas actividades y cursillos como las 'puyas', rituales de budismo tibetano basados en la recitación o la meditación. Asimismo, las sesiones de yoga o de chi kun tampoco faltan.

Un centro que, además, está abierto al turismo. Y es que para los muchos de los chinos que vienen a trabajar a Zaragoza, estos templos religiosos son parte de su rutina religiosa, pero en España son algo excepcional. Así pues, por tan solo tres euros por persona se puede acceder a tan enigmático espacio oriental que es, desde luego, la experiencia más tibetana de nuestro país.

Cómo llegar a este pequeño Tíbet

El centro budista se encuentra a 1 hora y 16 minutos de la capital oscense por la A-22 y a tan solo dos kilómetros al norte de Panillo, el municipio más próximo.