
Paraísos
Esta es la impresionante piscina de agua salada con vistas al Cantábrico que tienes que descubrir en Asturias
Ubicada en uno de los pueblos costeros más bonitos y visitados de Principado, era una antigua cetárea de mariscos

Llega la primera ola de calor y toda Asturias tiene ganas de darse un chapuzón para refrescarse. Claro está que Asturias tiene playas y ríos en los que disfrutar de un buen baño, pero si buscas una alternativa original hoy te presentamos la piscina de agua salada de Tapia de Casariego, que era una antigua cetárea de mariscos y que está ubicada a la orilla del mar Cantábrico, que es el que llena de agua esta preciosa y original piscina donde todo el mundo quiere bañarse.
Esta piscina natural es una de las más conocidas de la costa norte de España. Su principal atractivo es que se llena con el agua del mar Cantábrico, ofreciendo una experiencia única de baño en un entorno seguro y controlado.
El origen de esta piscina está en el siglo XlX, que fue cuando se construyó una cetárea de pescados y mariscos y que estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX.
Era un vivero de mariscos, donde se guardada la pesca para que se mantuviese fresca hasta llegar al plato. Fue en el año 2010 cuando se decidió darle otro uso, y teniendo en cuenta que Tapia de Casariego es uno de los pueblos marineros más turísticos, parecía buena idea convertirla en una piscina natural. Y así se hizo. Fue el arquitecto Jovino Martínez Sierra el que hizo el proyecto para llevar a cabo la remodelación de este espacio.
La piscina está perfectamente integrada en el paisaje, y tiene un acceso con escaleras y rampas. El nombre que se le dio fue el de “Toño el moderno”, un antiguo empleado municipal que fue el primer encargado de mantener esta instalación. Fueron los vecinos los que propusieron este nombre e hicieron una recogida de firmas que tuvo luz verde por parte del ayuntamiento.
El agua se renueva con las mareas y tiene una compuerta natural que da al mar. La entrada es libre y tiene un aforo de cincuenta personas. Además del vaso, cuenta con una zona destinada a tomar el sol, en madera, y donde pueden estar hasta treinta personas.
Se trata de una piscina preciosa, con un encanto especial, y en la que resulta maravilloso disfrutar de una puesta de sol, con vista a la costa y bañándose en el agua salada pero sin arena.
Si eres de los que prefieres la piscina a la playa este es tu lugar para darte el primer chapuzón del año. Tapia salada, como es conocida en Asturias, es una villa marinera preciosa con uno de los puertos pesqueros con mayor encanto de la región. Playa, buena comida, preciosos atardeceres y una piscina natural que enamora. ¿Te lo vas a perder?
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