Confirman la eficacia y seguridad de una terapia oral para la psoriasis

Los expertos corroboran que el primer inhibidor de la fosfodiesterasa 4 (PDE4) es eficaz en localizaciones especiales como cuero cabelludo, palmo plantar y uñas

La comunidad científica y, en especial, los pacientes han acogido con entusiasmo la llegada de nuevos fármacos para el tratamiento de la psoriasis, una patología que padece más de un millón de personas en nuestro país. Por ello, mejorar el cumplimiento terapéutico por parte de los pacientes con psoriasis y abordar de forma multidisciplinar esta enfermedad dada su vinculación con otras dolencias –artritis psoriásica o enfermedades cardiovasculares, hepáticas o renales–, son algunos de los principales retos a los que se enfrentan en la actualidad los especialistas en dermatología, según se puso de manifiesto en el marco del 44º congreso nacional de la Asociación Española de Dermatología y Venereología de la (AEDV) celebrado esta semana en Zaragoza.

La llegada de nuevas terapias permite un mejor manejo de la enfermedad, pero también exige eficacia y seguridad. En este sentido, durante el simposio «Otezla: De la evidencia a la práctica clínica» se evaluó la práctica clínica que tienen los expertos con la nueva terapia, apremilast (comercializado como Otezla de la compañía Celgene), el primer inhibidor de la fosfodiesterasa 4 (PDE4) para la psoriasis y la artritis psoriásica y que está disponible en España desde enero de este año.

«La psoriasis es una enfermedad que afecta de forma importante a la calidad de vida de los pacientes (área social, laboral, familiar, sexual, etc.) y apremilast es un fármaco que demuestra que puede mejorar este parámetro», afirmó el doctor Pablo de la Cueva, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Infanta Leonor de Madrid. Esto es así debido, prosigue, a que «el tratamiento individualizado es una de las claves del éxito terapéutico y apremilast puede adaptarse a las necesidades terapéuticas de los pacientes».

Experiencia

Diamant Thaçi, profesor y jefe del Centro Integral de Medicina Inflamatoria de la Universidad de Luebeck (Alemania) cuenta con más de un año de experiencia clínica con este fármaco en pacientes alemanes. «Empecé a trabajar con la molécula hace diez años desarrollando el fármaco desde los primeros pasos, optimizando los ensayos clínicos y en el año que lleva disponible estamos adquiriendo más experiencia en el uso clínico gracias a la práctica diaria. Además, me permite combinarla con productos tópicos y otros tratamientos para obtener mejores resultados. Como cada paciente precisa de un tratamiento diferente, tratamos de optimizar según las necesidades individuales de cada uno». Por tanto, añade, «nos encontramos ante una terapia bien tolerada y con un buen perfil de eficacia y seguridad que ha demostrado su efectividad en pacientes que no han respondido previamente a los tratamiento sistémicos, y también en aquellos con artritis psoriásica. Asimismo, y según demuestran los estudios a largo plazo vemos que no apercen infecciones ni graves efectos secundarios». Precisamente, el perfil de seguridad a la largo para el tratamiento tanto de la psoriasis como de la artritis psoriásica se confirmó en el último congreso de la Academia Americana de Dermatología celebrado en marzo, según los datos combinados a 3,5 años (182 semanas) de los ensayos Esteem 1 y 2 para pacientes con psoriasis en placas de moderada a grave.

Patologías asociadas

Los pacientes con psoriasis pueden presentar numerosas comorbilidades o enfermedades asociadas, por lo que en el abordaje de la patología deben participar distintas especialidades médicas, como es el caso de la reumatología, ya que se estima que hasta el 30 por ciento de las personas con psoriasis sufre también artritis psoriásica. Además, estos pacientes tienen mayor riesgo padecer otras dolencias cardiovasculares y endocrino-metabólicas. Según de la Cueva, «tienen un buen perfil para su empleo en estos pacientes. En la práctica clínica, la terapia ha demostrado eficacia en localizaciones especiales como cuero cabelludo, plamo-plantar y uñas, localizaciones que tienen una repercusión importante en la calidad de vida. Asimismo, una de las ventajas que más aprecian los pacientes es su rápida acción sobre el prurito (picor)». Esta misma opinión la respalda Thaçi, quien añadió que «apremilast puede conseguir una mejoría de la psoriasis, especialmente en los pacientes difíciles de manejar. Hay un salto cualitativo en el momento en que definimos que no todos los pacientes tienen que ser tratados con el mismo fármaco. Necesitamos tratamientos para los pacientes en los que es complicado manejar la patología, en los que se dan más infecciones, o aquellos en los que las placas se localizan en sitios específicos. Por eso, tenemos que incorporar estas ventajas en nuestra práctica diaria».