Literatura

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Mónica Carrillo: «Hay que responder al amor en la medida en que lo recibimos»

Después de saborear el éxito con su primera novela, «La Luz de Candela», la presentadora del informativos de Antena 3 de fin de semana acaba de presentar «Olvidé decirte quiero». Una novela que reflexiona sobre los aciertos y fracasos, las decisiones mal tomadas y los momentos de felicidad no aprovechados, pero con grandes dosis de optimismo y buen humor.

Mónica Carrillo/ Periodista y escritora
Mónica Carrillo/ Periodista y escritoralarazon

Después de saborear el éxito con su primera novela, «La Luz de Candela», la presentadora del informativos de Antena 3 de fin de semana acaba de presentar «Olvidé decirte quiero».

Tras el éxito de su primera novela, «La luz de Candela», presenta ahora «Olvidé decirte quiero», editorial Planeta y vuelve a hablar de emociones...

-Sí, en eso soy recurrente. Además, de manera deliberada. Lo hago por puro egoismo en el sentido de que me gusta abordar las emociones, la sensibilidad y las pasiones. Es una manera de evadirme de la realidad de mi trabajo, pero me gusta mucho centrarme en los aspectos más emocionales.

-¿En qué se ha inspirado?

-En lo que me rodea, en la vida. Sí que es cierto que cuando estoy en el proceso de creación estoy mucho más observadora y me fijo mucho en los pequeños detalles. Al final puede ser una película, una conversación en una cafetería en la mesa de al lado, una frase, una mirada... Al final sólo hay que observar y fijarse en los detalles y ponerse a escribir.

-Malena, la protagonista de su novela, tiene un accidente y en esa línea que separa la vida de la muerte se le aparecen todas las palabras que se quedaron sin decir. ¿La vorágine diaria no nos deja tiempo para expresar esas emociones?

-Nos preocupamos muchas veces de cuestiones que no son tan importantes y dejamos pasar por alto las que son básicas y que nos unen a todos como las emociones que nos hilvanan a todos. Si algo tenemos todos en común es nuestra capacidad para sentir, amar, sufrir y eso es como una llamada de atención. ¿Qué pasaría si hoy me muero? ¿Tendría muchas cuentas pendientes? ¿Conversaciones que no he tenido? ¿Muchos te quiero que no he lanzado, perdones que no he pedido?

-¿Cree que las cosas más importantes son las que no se dicen?

-Hay muchas cosas que no se dicen y que son importantes, pero quiero pensar que las más importantes se dicen. Al final, todo lo que toca emociones, relaciones humanas con el amor, pero no sólo de pareja si no el amor con nuestros seres queridos, es complejo para todos. Sí que hay veces que con personas que están muy cercanas damos por hecho esos sentimientos y no se les dice lo que deberíamos, cuando es obvio que son un pilar en nuestra vida. Sin embargo, hay otras por las que nos esforzamos, incluso de manera tozuda, en conseguir unas migajas de su tiempo como sucede mucho en las relaciones de pareja. Por tanto, deberíamos ser justos con el amor que recibimos y con las personas que nos dan amor y responderles en la misma medida.

-La perrita «Mía» también tiene voz en esta historia al aportar una visión más desenfadada... ¿Por qué?

-Desde el punto de vista de la trama es eso, el contrapunto y desdramatizar con ciertas dosis de humor, ironía y la perspectiva que te da una perrita que no levanta más de un palmo del suelo y lo extraños que somos los humanos a vista de un perro, y eso me parecía muy interesante. Desde el punto de vista personal es un homenaje absoluto a los perros porque creo que es de justicia.

-¿Estableció alguna rutina especial a la hora de escribir?

-Al principio todo es un poco anárquico porque tengo ideas que voy apuntando en cualquier sitio, pero cuando sé lo que quiero contar e, incluso, tenía el título, lo que hice fue retirarme a la playa, soy de Elche, y en la costa y con la paz que te da el mediterráneo me impuse unos horarios y estaba todo el día escribiendo de manera intensiva. Es cierto que hay un momento de mucha intensidad en que la historia te atrapa y tienes que aprovechar cualquier hueco.