Actualidad

Prevención

Alergia a mascotas: la ‘cara b’ de tu amigo más fiel

Alergia a mascotas: la ‘cara b’ de tu amigo más fiel
Alergia a mascotas: la ‘cara b’ de tu amigo más fiellarazon

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Pero también que quien más te quiere te hará llorar... O al menos estornudar, según podrían pensar aquellos que han regalado a sus hijos una mascota y se han acabado arrepintiendo por tener una alergia hasta entonces desconocida. Las más frecuentes son a perros o a gatos, y esto en España es un problema ya que somos muy de animales de compañía. Según la Fundación Affinity, el 43 por ciento de los hogares tiene al menos una mascota, lo que equivale a unos 20 millones de animales domésticos. Por suerte para sus dueños, las reacciones alérgicas provocadas por animales no son tan habituales como las que causadas por otros alérgenos como el polen, según explica la doctora Lourdes Arochena, del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Y en ocasiones tardan mucho en manifestarse.

“A veces es frecuente ver en pacientes sensibilizados a otros neumoalérgenos (con o sin síntomas), como el polen, que también hay una sensibilización a los animales que tienen en su hogar, pero que no manifiestan síntomas mientras siga esa exposición. Pero cuando se van a vivir a otra casa, sin el animal, o están un tiempo sin exponerse a la mascota y, de repente, vuelven a tener contacto con dicha mascota pueden comenzar a manifestar los síntomas”, ha explicado.

Los síntomas son similares a los causados por cualquier otro alérgeno y van desde estornudos, congestión nasal, picazón en ojos y nariz, tos a dificultad para respirar o dolor u opresión en el pecho. Y la intensidad es mucho mayor por la noche, lo que hace que muchos afectados puedan olvidarse de ellos durante algunas horas. “Durante el día solemos estar trabajando o fuera de casa, lejos de nuestras mascotas, pero por la noche es cuando se suelen alcanzar los valores ambientales de alérgenos más altos, de ahí que aparezcan con más frecuencia ataques de asma”, ha apuntado la doctora Mar Fernández Nieto, alergóloga del mismo hospital.

El diagnóstico se hace mediante una prueba en la piel, con un simple análisis de sangre que permite determinar qué alérgeno o proteína causa la alergia. De hecho, el diagnóstico molecular ha permitido describir una proteína muy importante en el desarrollo de la alergia al perro macho, procedente de su próstata.

¿Quién evita la ocasión, evita el peligro?

Y una vez confirmado, no basta con dejar de tocar al animal, confirman ambas especialistas. “Los alérgenos que causan la alergia a los mamíferos no sólo están en su epitelio, pelos. De hecho, están en mayor concentración en su saliva, orina, etcétera”, según Fernández Nieto. Además, el lugar de exposición no sólo es tu casa, dado que los alérgenos pueden viajar en el pelo o ropa de los dueños y causarte síntomas cuando menos te lo esperas.

“El sentido común indica que evitar la exposición debería ser la principal medida de tratamiento. Pero, como sabemos, el ser humano no siempre se guía por el sentido común y lucha por imponer sus deseos”, ha apostillado Arochena. Además, existen casos de pacientes que no pueden evitarlo, bien por motivos profesionales (veterinarios o investigadores, por ejemplo) o personales (imagina si una persona invidente desarrolla alergia por culpa de su perro-guía).

Para todos estos casos, tanto para el que no puede alejarse de ellos como para el que no quiere, existe la posibilidad de la inmunoterapia (vacunas) pero hay que dejar claro que su indicación es individual. “No todas las vacunas para la alergia a animales son iguales, existiendo muy buenos productos en el mercado para la alergia al perro, gato, caballo, pero otros sin ninguna eficacia”, insisten ambas doctoras, que animan a consultar siempre a un alergólogo de confianza que, además, pueda pautar también un tratamiento sintomático en caso de rinitis o asma. Todo ello para que tu fiel compañero no se acabe convirtiendo en tu peor enemigo.