Gastronomía
¿Cuál fue el primer restaurante japonés de España?
Hoy, 58 años después de su apertura, el restaurante sigue gozando de una excelente reputación
Mucho antes de que la globalización transformara el mapa culinario del mundo y borrara las fronteras del gusto, los sabores del planeta se distribuían según coordenadas geográficas, casi como si el paladar obedeciera a la brújula de nacimiento. En aquella época, cuando los términos “umami” o “fusion food” eran ajenos a la mayoría, aterrizaba en la isla de Gran Canaria un pionero de la cocina nipona: el restaurante Fuji, el primero de origen japonés en Canarias y el más longevos de España.
Fundado en 1967 por Toshihiko Sato, el Fuji se convirtió con los años en un referente gastronómico, tanto para los isleños como para visitantes curiosos por descubrir los sabores tradicionales del país del sol naciente. La iniciativa de Sato nació de una conexión inesperada: la llegada de buques japoneses al puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Aquellos intercambios marítimos inspiraron al chef a traer un pedazo de su tierra natal a este rincón atlántico, en una época en la que la comida japonesa era, para la mayoría, completamente desconocida.
Durante 55 años, el Fuji mantuvo su esencia en la calle Fernando Guanarteme, y no fue hasta 2022 cuando el establecimiento cambió de ubicación para instalarse en la calle Pedro del Castillo Westerling, sin perder ni un ápice del espíritu que lo convirtió en un clásico de la isla.
Hoy, 58 años después de su apertura, el restaurante sigue gozando de una excelente reputación. Las reseñas lo califican como uno de los mejores exponentes de la cocina japonesa en el archipiélago. Su longevidad se debe, en parte, a la fidelidad con que ha mantenido las recetas, técnicas y filosofía de su fundador.
En 2007, Toshihiko Sato se retiró, dejando el legado en manos de Miguel Ángel Martínez, quien asumió la dirección del negocio con la determinación de preservar la autenticidad de la propuesta original. Desde entonces, ha sabido equilibrar el respeto a la tradición con la adaptación a las nuevas generaciones de comensales.