El DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) contiene numerosas acepciones para la palabra ‘inteligencia’, ya que este no es un concepto precisamente fácil de definir. La primera de ellas hace referencia a la “capacidad de entender o comprender”, y la segunda a la “capacidad para resolver problemas”.

‘Inteligencia’ es un término que puede ser tomado desde distintas perspectivas, y así lo recoge también nuestro diccionario en su quinta acepción: “Habilidad, destreza y experiencia”. Las diferentes ramas de la psicología, y en especial la vertiente cognitiva, llevan décadas discutiendo sobre si ‘inteligencia’ es una sola o tal vez está formada por múltiples tipos.

Existen personas quemuestran grandes habilidades en materias como las matemáticas o la astrofísica, pero que tienen un nulo ‘don de gentes’. Y al contrario, individuos altamente resolutivos en una amplia variedad de ambientes que, sin embargo, obtendrían peores resultados si se enfocaran en una sola tarea.

Una de las fases más cruciales en la vida de todo ser humano es la infancia (y la adolescencia), ya que durante este periodo de tiempo es cuando adquirirá todo un sistema de herramientas de conocimiento que le ayudarán a madurar y transformarse en un individuo capaz armado de instrumentos mentales para la resolución de problemas.

Está demostrado que recibir una buena educación favorece que un menor, cuando alcance la edad adulta, pueda explotar al máximo sus capacidades. Por suerte o por desgracia, no basta con haber nacido con unos genes favorables, en necesario el sacrificio y el trabajo duro para que la genialidad salga a relucir.

¿Son los niños manchegos más inteligentes a los del resto de España?

Existen multitud de métodos para tratar de cuantificar la inteligencia de una persona de forma objetiva y metódica, como son los test psicológicos que ponen a prueba las capacidades cognitivas en diferentes aspectos. Sin embargo, esta clase de pruebas no son tan comunes, y podemos tomar como referencia otras más extendidas.

La prueba final de evaluación para el acceso a la universidad es un examen al que se enfrentan muchos estudiantes cada año desde hace décadas en España. Y aunque no es igual en todo el territorio, ya que cada Comunidad Autónoma tiene la suya propia, si se compara en términos generales los resultados de cada región, se pueden deducir algunos datos relevantes.

Igualmente, cabe decir por supuesto que las notas que obtiene un alumno no determinan su inteligencia, pero sí dan buena cuenta del esfuerzo y aplicación que le puso a los estudios, además de una capacidad para la resolución de problemas y organización del tiempo y el trabajo. En Castilla-La Mancha esta prueba se llamará PAU a partir de 2025.

Tan solo el año pasado, se matricularon a los exámenes para el acceso a la universidad cerca de 330.000 personas, de las cuales más del 90% consiguió aprobarlos. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en 2023 se alcanzaron las cifras más altas de los últimos 9 años en cuanto al número de matriculados, presentados y aprobados.

La nota media de admisión a la titulación de toda España de los titulados de bachillerato en 2023 fue de entorno a los 7,00 puntos. Castilla-La Mancha, por su parte, se sitúa en el décimo puesto de diecisiete en el global nacional, aunque mucho más cerca de la calificación media más alta que de la más baja.

Algo que llama la atención de los niños manchegos que se presentaron a esta prueba de acceso, es que, a pesar de situarse los aprobados en la zona media de la tabla, el porcentaje de alumnos aptos que obtuvieron una puntuación sobresaliente en la fase general ordinaria es bastante elevado.

Hasta el 8,5% de los estudiantes de Castilla-La Mancha consiguieron el sobresaliente, siendo la sexta región española en esta lista. Por lo que puede decirse que los niños manchegos, en general, son tanto o más listos que los del resto de España.