La crisis abierta en Nissan tras el anuncio de la multinacional nipona del cierre de la planta de la zona franca de Barcelona, que dejará en la calle a más de tres mil familias y miles de empleos más en el aire de empresas auxiliares, ha movido los cimientos de Castilla y León, donde a pesar que Nissan ha asegurado que no tocará la planta de recambios abulense, se han puesto en guardia apelando al sabio refranero que dice que “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”. Máxime cuando para hoy estaba previsto un comunicado de Renault, la multinacional francesa del automóvil que comparte alianza con Nissan además de Mitusbishi, y los más agoreros se esperaban lo peor para un sector que es vital en Castilla y León.

Pero, finalmente, parece que Renault en su plan de renovación previsto tampoco tiene pensado tocar ni un pelo a sus competitivas plantas de Valladolid y Palencia, algo que hacía suspirar de alivia este viernes al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien agradecía el compromiso de la marca del rombo con nuestra Comunidad, a la vez que ponía en valor la “capacidad de diálogo, de trabajo colectivo bien hecho y de consenso” existente en esta tierra, como claves para que Reanult o Nissan en el caso de la automoción, y otras muchas multinacionales de otros sectores renueven su compromiso con Castilla y León y quieren trabajar y hacer negocio aquí “porque saben que tienen garantías jurídicas”.

“Lo anunciado ayer por Nissan y hoy por Renault, pone de manifiesto que Castilla y León ha hecho los deberes”, destaca el presidente en un vídeo, en el que pese a estas buenas noticias advierte de que seguirán “muy pendientes” de todo lo que ocurra en el sector de la automoción, en general, y en Renault y Nissan, en particular, y que intensificará sus contactos con los responsables de esta Alianza para conseguir que sigan operando en esta tierra muchos años más.

Además, y vista la delicada situación del sector del automóvil por el futuro de la combustión, agravada aún más en estos casi tres meses de pandemia y estado de alarma por la pírrica venta de coches que han registrado las marcas, Fernández Mañueco reclama al Gobierno de España que ponga en marcha cuanto antes una Mesa de la Automoción para trabajar en medidas que ayuden a preservar este sector tan importante en nuestro país, pero especialmente en Castilla y León, y salvar el mayor número posible de empleos, no solo directos, sino los miles de ellos de empresas auxiliares que dependen de las grandes compañías.

Mientras tanto, el presidente aseguraba, contundente, que su Gobierno trabajará intensamente por el futuro de la automoción.