Covid-19

El reinado más arduo

Spanish royals couple visits Mercamadrid market in Madrid
Madrid (Spain), 21/05/2020.- A handout photo made available by the Spanish Royal Household shows Spain's King Felipe VI (C) and Queen Letizia (2-R), wearing masks and gloves as they speak with a stall holder at Mercamadrid market in Madrid, Spain, 21 May 2020. Mercamadrid is Spain's biggest fresh food market and distribution facilities. (España) EFE/EPA/Spanish Royal Household HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY NO SALES HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALESSpanish Royal Household HANDOUTEFE

Ha tenido que asumir, como jefe del Estado, los años más calamitosos de la democracia, incluyendo una epidemia sin precedentes. Don Felipe quiere ser un rey constitucional y lo está demostrando, una vez más, en estos días de rigor y de desdicha, con su moderación y empeño.

Este es un rey que sólo desea servir y ser útil; que no hace ruido. Un rey que no tiene miedo a decir lo que es como es: «en cuanto al futuro, tendremos que seguir construyéndolo; y habremos de hacerlo con inteligencia, con generosidad, y nuevamente con esfuerzo y sacrificio». Nunca conoceremos las gestiones, dentro y fuera de España, que está haciendo Don Felipe para arrimar el hombro. Detrás de las mascarillas y respiradores que han salvado vidas, estaba, muchas veces, una gestión discreta de nuestro Rey. Como lo está, ahora mismo, para recomponer nuestra debilitada imagen en el mundo.

Junto a Don Felipe hemos visto, en todo momento, a Doña Letizia, bregando juntos y mostrado a la Princesa de Asturias, y a la Infanta Sofía, cómo ayudar sin bulla y estar cerca de los que lloran. El Rey ha conversado con alcaldes y presidentes autonómicos; con centenares de familias y españoles de los que aúpan la vida, para ponerse a su disposición.

Más allá de las estadísticas, Don Felipe, que sabe muy bien —porque así lo dice— que «los indicadores económicos no explican suficientemente todo aquello que nos importa y nos dignifica», busca calentar corazones, antes que nada; trasladar consuelo y cercanía, por medio de videoconferencias y a golpe de teléfono. El propio Rey le decía a alguien muy cercano estos días: «habría que dar nombres, en lugar de números».

La inmensa mayoría de los españoles, conoce y valora la forma comedida de moverse de sus reyes. Su independencia de juicio y voluntarismo. «Aquí estamos para reconocer a los que hemos perdido por el camino, a una generación que se ha visto diezmada y que tanto nos dieron a lo largo de su vida», ha insistido el Rey en sus apariciones públicas.

Don Felipe está en el detalle; le gusta acercarse a los que trabajan en el anonimato. Algo que aprendió de su madre Doña Sofía. Siempre positivo, aunque pegado a la realidad, ha mantenido, junto a la Reina, reuniones telemáticas diarias con los diferentes sectores de la sociedad y visitado los centros claves en la lucha contra la epidemia, con ese deseo de escuchar y de echar una mano que distinguen a este Rey.