Reabiertos los dos sentidos de circulación del Puente de Saldaña (Palencia)

El puente de la localidad palentina de Saldaña, por donde discurre la CL-615, recuperó la circulación en ambos sentidos tras finalizar las obras de emergencia llevadas a cabo por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en la que invirtió más de 688.000 euros, para revertir y solventar los daños ocasionados por las inundaciones de finales del pasado año en las bóvedas y estructura.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que asistió a la apertura de los dos sentidos de circulación, junto al viceconsejero de Emergencias, José Luis Sanz, y la presidenta de la Diputación palentina, Ángeles Armisén, afirmó que esta actuación es el ejemplo claro de que “hace falta ponerse de acuerdo para solucionar los problemas de los ciudadanos, por encima de los colores políticos”. 

Asimismo, señaló que aquellas inundaciones “pusieron de manifiesto que el cambio climático produce esos extremos meteorológicos, motivo por el que hay que ser precavidos y poseer todos los mecanismos interadministrativos para responder ante ello”

Suárez-Quiñones subrayó que dichas inclemencias meteorológicas afectaron de “manera seria” a la bóveda 17, de un total de 22, así como otras tantas, lo que motivó su corte de tráfico con los consiguientes problemas a la ciudadanía. Por ese motivo, y debido a la importancia de la vía, al día siguiente del corte estaba la empresa adjudicataria de las obras para llevar a cabo las actuaciones sobre una “estructura con historia”.

La reforma, que la calificó como “un gran trabajo”, no solo ha servido para rehabilitar esa bóveda, sino también para mejorar la estructura del puente, asentarla y evitar filtraciones, además de realizar acciones de drenaje e impermeabilizar ciertas zonas, aseveró. 

De esa forma, el tráfico se recuperó, de manera parcial, el pasado 22 de junio, pero hoy vuelven a estar operativos ambos sentidos de una vía de "gran valor e importancia para Saldaña, Palencia y Castilla y León", apuntó el consejero de Fomento y Medio Ambiente.

Tras las labores de limpieza y desescombro, las obras se centraron en la reconstrucción de la bóveda caída; la impermeabilización de todo el tablero, a partir de un fresado de todo el firme del puente y la aplicación de un impermeabilizante y posterior extendido de una capa de mezcla bituminosa en caliente; la ejecución de una losa de hormigón para un mejor reparto de las cargas del tablero; y la mejora del sistema de drenaje de todo el viaducto.

Además, las actuaciones procedieron al rejuntado de sillares, incluida la sustitución de aquellos que se encuentran en mal estado, así como trabajos preventivos de inyecciones y cosido de sillares en otros cuatro vanos que presentan características similares al colapsado, con el objetivo de evitar su derrumbe.