Opinión
La eficacia de Carnero
“Nadie, en España, ha hecho tanto como él por avanzar en la calidad de vida de los pueblos, o reforzar la agricultura y la ganadería”
Me niego a ser cómplice del lloriqueo generalizado y a secundar a los profetas de catástrofes. En estos días últimos del 2020, prefiero dedicar esta gacetilla a algo que no sea la pavorosa pandemia del «colibrí» chino que nos está machacando. Hay otros aspectos humanos, sociales y politicos, que están aupando la vida, y que bien merecen nuestra atención.
Por ejemplo la tarea fecunda, día tras día, de algunos servidores de lo público en esta tierra. No todo se hace mal, ni mucho menos. Me detengo hoy en uno de ellos: Jesús Julio Carnero, Consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural. Nadie, en España, ha hecho tanto como él por avanzar en la calidad de vida de los pueblos, o reforzar la agricultura y la ganadería junto al apoyo a los jóvenes que viven del campo, con medidas concretas y útiles.
Carnero ha tenido, entre otros, el acierto de sensibilizar a Bruselas sobre algo tan necesario como el pago por cabeza de ganado, atendiendo a aquellas producciones que cuentan con escasa base territorial, como son el caprino y el ovino, vacuno de leche y vacuno de cebo, o la inclusión de los regadíos como un ecosistema en la Política Agrícola Común. Ha logrado que se planteen seriamente, por primera vez, criterios objetivos tales como la superficie agraria útil, o la de zonas con limitaciones naturales por montaña, para la distribución de los fondos Feader. Algo que no es cualquier cosa, si tenemos en cuenta que casi 970 millones de euros vendrán a Castilla y León.
Las personas del medio rural, son una obsesión para Jesús Julio Carnero, quien supo anticiparse durante su etapa al frente de la Presidencia de la Diputación de Valladolid, y animó y avaló a cientos de mujeres para poner en marcha negocios sencillos y seguros, que han contribuido al renacer de pueblitos desahuciados. Reforzó la sanidad y la educación, relanzó infraestructuras y ahora, como consejero, controla fechas y cifras, para no dejar pasar una al gobierno de la nación, en días inciertos que, cuando se trabaja con sagacidad y empeño, se convierten en esperanzados.
«La de los políticos, es una misión muy alta del servicio y hasta del amor», recordaba hace poco el Papa Francisco. Jesús Julio Carnero, un político abnegado que vive su vocación, representa muy bien a esos gobernantes que convierten la política en una explosión de progreso; y que -seamos justos- son más de los que creemos.
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