Sociedad

Los veterinarios de Castilla y León alertan del cierre de numerosas ganaderías por el lobo

Destacan que “es urgente contar con estudios científicos que orienten actuaciones para compatibilizar la biodiversidad”

Ejemplares de lobo ibérico en el centro de conservación del lobo de la Fundación Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Junta de Castilla y León.FUNDACIÓN PATRIMONIO NATURAL DE 12/02/2021
Ejemplares de lobo ibérico en el centro de conservación del lobo de la Fundación Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Junta de Castilla y León.FUNDACIÓN PATRIMONIO NATURAL DE 12/02/2021FUNDACIÓN PATRIMONIO NATURAL DE CASTILLA Y LEÓNFUNDACIÓN PATRIMONIO NATURAL DE

También el colectivo de veterinarios de Castilla y León alza la voz en contra del cambio en el estatus legal del lobo ibérico en España, que permite su caza, al incorporarlo la Comisión Estatal de Patrimonio Natural del ministerio de Transición y Reto Demográfico al listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

Una situación, que a su entender va “a provocar el cierre de numerosas ganaderías en los próximos años, en un sector que es clave para el desarrollo rural sostenible y el mantenimiento de población en la España Vaciada”, señalan a través de un comunicado.

Una decisión, que contó con el rechazo frontal de las Comunidades de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, entre otras, autonomías que cuentan con planes sostenibles de gestión que permiten su aprovechamiento cinegético, compatible con la presencia de más de un 90 por ciento del censo nacional.

Según los veterinarios “ello va a suponer un importante impacto negativo para el sector ganadero extensivo y semi-extensivo castellano y leonés, ya que va a provocar un incremento en el número de daños a los ganaderos, principalmente de ovino y bovino.

Durante el año 2020, los ataques superaron los 2.500, de los que más de 2.000 se produjeron al sur del Duero, donde la especia ya contaba con ese estatus de protección, mientras que al Norte, con una gestión sostenible basada en cupos apoyados en criterios científicos, los daños son muchos menores.

Unos daños, que según este colectivo, además de generar un impacto directo en las ganaderías afectadas provoca efectos indirectos vinculados al estrés postraumático a los animales que sobreviven, y que pueden suponer enfermedades derivadas de la inmunosupresión provocada, así como problemas reproductivos vinculados a abortos, reducción en las tasas de fertilidad y también pérdidas en la producción lechera o menores tasas de ganancia media diaria de peso.

Desde el Consejo se considerar que generalizar la protección total del lobo ibérico, sin considerar el necesario equilibrio que de forma continua debe establecerse entre sus variaciones poblacionales y el impacto que ocasiona, es a todas luces una medida desacertada que debería ser reconsiderada. Por ello, urgen a contar con estudios científicos que orienten las actuaciones para compatibilizar la biodiversidad, que aporta el lobo, con la actividad ganadera extensiva, que preconiza el Pacto verde europeo.

“Previamente a implantar cualquier nueva medida es exigible evaluar su impacto, en su vertiente ambiental, social, económica y sanitaria. Actualmente, la especie en nuestro país en general y, en Castilla y León en particular, se encuentra lejos de requerir una protección mayor de la que ya tiene en la actualidad, con estrictos planes de gestión basados en cupos que han demostrado ser capaces de conservar las mayores densidades de la especie por km2 de Europa y que están favoreciendo la recolonización de territorios donde no estaba presente desde hace varias décadas”, concluye este comunicado.