Palacio de los Cuadrillero (siglo XVII), donde se ubica esta biblioteca de Palazuelo de Vedija (Valladolid)

El libro, una isla desierta en el Mar de Campos de la España despoblada

Palazuelo de Vedija, una pequeño municipio vallisoletano de apenas 150 habitantes, inaugura una biblioteca con un fondo de mil libros y con espacio dedicado a Delibes incluido

Poco más de 150 habitantes a la baja censa el municipio vallisoletano de Palazuelo de Vedija, en la planicie de Tierra de Campos. Un pueblo como todos los del interior que mengua a pasos de gigante como las botas de siete leguas del cuento que podrá leer el vecindario, desde hoy, en su nueva biblioteca.

La literatura de siempre, los clásicos españoles junto a novela, poesía, teatro, biografías y ensayo, arte e historia, pero también volúmenes de consulta, temática infantil, juvenil y de iniciación, perfilan la denominada Biblioteca de Palazuelo, un proyecto cultural que dedicará un espacio singular a Miguel Delibes.

Con un fondo de un millar de libros ha echado a andar este sábado, Día del Libro, en uno de los solares de la España despoblada, “una iniciativa equilibrada y sostenible, un proyecto con muchas posibilidades del que sacaremos el máximo partido”, según explica su alcalde, Magín Martín, en declaraciones recogidas por Efe.

A cinco libros por alma, más o menos, toca el vecindario de este pequeño pueblo con un pasado que a duras penas evoca su topónimo: una dependencia señorial venida a menos, de palacio a palazuelo, y esa vedija o mechón de las merinas que a buen seguro careaban por millares estos predios mesetarios.

La selección responde al interés de abarcar todos los gustos, edades y motivaciones de sus vecinos, una oferta de “ocio inteligente”, sencilla, como una contribución más “para hacer la vida en el pueblo “más cómoda, atractiva, igualitaria y enriquecedora”, apunta, por su parte, Paz Altés, programadora cultural, editora del Ayuntamiento de Valladolid y una de las asesoras del proyecto.

Síntoma inequívoco del encogimiento de esa España interior es la concentración de servicios en un mismo espacio, en este caso el Palacio de los Cuadrillero (siglo XVII), que acoge a todos los servicios municipales, dependencias consistoriales, consultorio médico y, ahora, a la Biblioteca de Palazuelo.

”Es un proyecto muy ilusionante porque el pueblo necesita de atractivos diversos, desde el medio natural, las fiestas, tradiciones y cultura, hasta la lectura al alcance de todos: un reto para que no se quede ahí simplemente, sino que cada día cobre más fuerza y participación”, destaca la concejal Violeta Irimia.

De hecho, ella ha sido la artífice de esta iniciativa que, además de Miguel Delibes, tendrá como ‘madrina perpetua’ a la poetisa Gloria Fuertes, a través de una imagen suya, montada en una Vespa a su llegada a la plaza de Palazuelo de Vedija, que ilustrará el mostrador de la biblioteca.

El servicio funcionará en modo autoservicio con un cuaderno de registro de préstamos y un cajón de devoluciones, sin plazo límite ni carné para leer, aunque sólo abrirá los lunes, miércoles y viernes en horario de servicios municipales, con la idea en perspectiva de una franja los sábados, previa solicitud, en el día de la semana que más posibilidades de acceso tiene el lector.

”No hemos querido llenar por llenar la estanterías sino que todos fuesen susceptibles de resultar interesantes”, asegura Charo Vergaz, con experiencia como librera, promotora cultural y también asesora de la biblioteca.

La inauguración de esta biblioteca en el Día del Libro simboliza un empeño formulado como una prestación pero también como faro, oasis o isla desierta en esta Mar de Campos, piélago mesetario entre las provincias de Valladolid, Palencia, Zamora y León, aquejada de una despoblación secular que hace poco más de un siglo, en títulos como “Castilla en escombros” y “Los derechos del hombre y los del hombre”, ya vaticinó y alertó el escritor regeneracionista Julio-Senador Gómez.