Santovenia

El “Chiqui” decía en la negociación que estaba “muy alterado” por no consumir droga

El detenido, en prisión desde este sábado 2 de julio, tiene “numerosos” antecedentes penales por tráfico de drogas, amenazas o robo con fuerza

Operativo de la Guardia Civil en Santovenia de Pisuerga
Operativo de la Guardia Civil en Santovenia de PisuergaPhotogenic/Claudia AlbaEuropa Press

Ya se empieza a conocer un poquito más del crimen del pasado viernes 1 de julio en la localidad vallisoletana de Santovenia de Pisuerga. Fuentes de la Delegación del Gobierno de España en Castilla y León señalaron que el presunto autor, P.A.S.H. de 46 años, más conocido como el “Chiqui”, hizo creer durantela negociación que tenía dos rehenes dentro de la vivienda, si bien solo retuvo a un joven, novio de una hija. Además, aseguraba que estaba “muy alterado” al no poder consumir los estupefacientes que tomaba de forma habitual.

El detenido, que tiene “numerosos” antecedentes penales por tráfico de drogas, amenazas o robo con fuerza, pasó a disposición judicial este sábado 2 de julio por la mañana, si bien requirió atención médica por lo que la autoridad judicial dispuso que fuera trasladado al hospital y no prestó declaración hasta horas después. Esto hizo que su ingreso en prisión no se produjera hasta última hora de la tarde.

Este domingo 3 de julio, 48 horas después de los trágicos sucesos y una vez que las diligencias obran ya en el juzgado, la Guardia Civil explicó lo sucedido en Santovenia de Pisuerga. Todo comenzó el jueves 30 de junio cuando a las 23.30 horas se informó a los servicios de emergencias de una “reyerta tumultuaria” en los alrededores de la calle Alfredo Martín de la localidad, en la que estaban implicadas 12 personas, armadas “con palos”.

Otra persona que igualmente avisó a los servicios de emergencias añadió que unas seis o siete personas estaban pegando a otra que se encontraba en el suelo y también indicó que estaban armados con palos y cascos. Cuando los agentes llegaron “poco después” al lugar de los hechos fueron informados de que dos personas, el fallecido, y su mujer, habían tenido que acudir, como consecuencia de las agresiones al Hospital Clínico de Valladolid para ser atendidas de lesiones de carácter “leve”.

La Guardia Civil aseguró que mantuvo un dispositivo en el lugar. “Poco antes” de la 01.45 horas del viernes 1 de julio,, los agentes de la patrulla estaban realizando gestiones y entrevistando a una mujer para saber algo más de lo ocurrido, cuando se oyó una detonación en el interior del portal del inmueble en el que ocurrió el suceso, el número 8 de la calle Alfredo Martín.

Era el disparo que acabó con la vida de Dionisio A.P., de 45 años. Los agentes entraron de inmediato y se encontraron el cuerpo todavía con vida en el pasillo que hay inmediatamente después del portal o rellano de la planta baja. Lo movieron hacia el rellano por motivos de seguridad y comenzaron a practicarle una reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, falleció “poco después” cuando ya habían llegado los servicios sanitarios.

Al parecer, el hombre se disponía a subir a su vivienda, en la tercera planta, cuando el presunto homicida, que vive en la planta baja del mismo edificio, le disparó. El fallecido iba acompañado por un hijo mayor de edad sobre el que también intentó disparar pero no lo consiguió porque se le encasquilló el arma.

En ese momento, ante la llegada de la Guardia Civil, P.A.S.H., sobre el que pesan “numerosos” antecedentes penales por tráfico de drogas, amenazas o robo con fuerza, entre otras cosas, se atrincheró en su vivienda y dijo que tenía rehenes en el interior. Fue el argumentó que utilizó, que tenía rehenes, para instar a los agentes a que se retiraran.

Los guardias civiles que allí se encontraban y los que llegaron al lugar “poco después”, tomaron posiciones, acordonaron la zona y comenzaron las labores de negociación con el presunto autor del crimen. Se hizo tanto utilizando teléfono móvil como a través de la puerta.

Unidad Especial de Intervención

Asimismo, se avisó también a la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil que tiene su base en Valdemoro (Madrid) y que se desplazó desde allí. Llegó sobre las 07 horas. La tensión se mantuvo en la zona, ya que la Guardia Civil indicó que, aproximadamente media hora antes, sobre las 06.30 horas, se había escuchado otra detonación en el interior del inmueble.

A las 08.15 horas del viernes 1 de julio, un disparo realizado “a ciegas” desde dentro de la vivienda a través de la puerta cerrada alcanzó al teniente coronel Pedro Alfonso Casado, jefe de la Unidad desplazada. En el lugar se encontraba una ambulancia desplegada a instancias de la Guardia Civil que trasladó al mando al Hospital Clínico de Valladolid.

Fue operado de urgencia a las 10.15 horas del 1 de julio. Tras dos horas de intervención, fue trasladado a la UVI del citado centro. Permanece “estable aunque su pronóstico sigue siendo el de muy grave”, precisó la Delegación del Gobierno.

Negociación

Mientras tanto, en la calle Alfredo Martín de Santovenia de Pisuerga el equipo de negociación de la Guardia Civil seguía realizando su trabajo para intentar convencer a P.A.S.H. de que depusiera su actitud. Fruto de esta labor, sobre las 13 horas, accedió a dejar en libertad a un rehén, que dijo ser novio de la hija del presunto homicida. No había sufrido ningún tipo de daño físico. Pero P.A.S.H. siguió haciendo creer a la Guardia Civil que tenía otro rehén en el interior del domicilio.

Sobre las 14 horas acabó entregándose sin oponer resistencia. Durante toda la negociación el presunto asesino manifestó estar muy alterado, algo que él mismo atribuía a la falta de estupefacientes que consumía de forma habitual. En el interior de la vivienda se encontró el arma utilizada para realizar los disparos. Se trata de un fusil Mauser de alto calibre, antiguo, de cerrojo.