Las salas de Palacio del Torreón de Lozoya acogen un centenar de piezas de la Real Fábrica de Tapices que está celebrando su 300 aniversario. Una oportunidad de descubrir la complejidad y belleza de los maestros liceros, auténticos profesionales del telar de alto lizo. La Real Fábrica hace un recorrido por su trabajo de fabricación de tapices, pero también de alfombras, de nudo español y nudo turco, en los que se sigue la tradición, y todos los procesos de restauración innovadores y con tecnología del siglo XXI. Tareas que realiza una plantilla formada por medio centenar de personas.

Al acto de presentación de la exposición, que estará abierta al público hasta el 15 de noviembre, asistieron el director general de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker de Elizalde; el presidente de la Fundación Caja Segovia, Javier Reguera, y la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, junto a representantes de la Diputación de Burgos y el Ayuntamiento de Ávila.

La muestra reúne más de un centenar de piezas entre alfombras, tapices, utensilios para su fabricación, carteles explicativos de la historia y el trabajo que realiza la Real Fábrica, así como una sala dedicada a cartones, donde los espectadores verán obras muy conocidas de Francisco de Goya, como ‘El Quitasol’, también destaca el ‘Tríptico del Descubrimiento de América’, que se expone aquí en primicia, en el que aparecen representados los Reyes Católicos.

A través de las diferentes salas, se van desgranando las diferentes áreas de actuación de la Real Fábrica de Tapices, que mantiene intacto, después de tres siglos, la parte de fabricación, con encargos que reciben tanto en tapices como en alfombras, mediante el uso de materias de primas de la más alta calidad. Ahora mismo están inmersos en la realización de un encargo del Gobierno de Dresde (Alemania), para el que están usando seda, oro y plata. En la fabricación de alfombras, destaca que es totalmente artesanal, con técnicas únicas en el mundo, como el nudo español.

Klecker de Elizalde remarcó que “seguimos fabricando tapices”, con telar de alto lizo, y que son tan buenos y los mejores de Europa desde 1640. Hacen la urdimbre de lino o algodón. “Aquí no hay trama, no hay líneas horizontales, se hace con canilla”. Además detalló que se usan entre 60 y 70 hilos por decímetro en la urdimbre, aunque en este momento, están realizando un encargo muy destacado del Gobierno de Dresde (Alemania), que llegan hasta 110 hilos por decímetro, utilizando entre un 85 y un 90 por ciento de sede, oro y plata.

De forma muy informal al ser una presentación tanto a medios de comunicación como al público que luego participó en las primeras visitas guiadas a la muestra, sostuvo que para hacer un tapiz se tarda lo mismo ahora que “en la Babilonia de hace miles de años de Cristo”, ya que “en alto lizo, un metro cuadrado puede ser más de ocho meses”, en el caso del encargo alemán, 14 meses.

Klecker tuvo unas palabras muy cariñosas y especiales para la segoviana Concha Herrero Carretero, conservadora de Tapices de Patrimonio Nacional, que es una de las grandes expertas en este arte. “La mayor autoridad en tapices en España, por lo que es un gusto que nos acompañe”.

Tres siglos de historia da para mucho y así se ha intentado reunir en esta exposición, donde hay una sala dedicada a los cartones para los tapices, algunos con la firma del maestro Francisco de Goya, como ‘El Quitasol’. A Segovia, se ha traído en primicia el Tríptico del Descubrimiento de América, en el que junto a Cristóbal Colón, aparecen los Reyes Católicos, que es una de las piezas de mayor interés ya que la reina Isabel fue proclamada en Segovia.

Alfombras y restauración

El director general de la Real Fábrica de Tapices también desgranó la fabricación de alfombras artesanal, como de forma industrial, que es cuando se utilizan pedales y lanzadera, aquí todo es “digitalmente, con los dedos”, usando las técnicas del nudo turno y el nudo español, éste último se podría convertir en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como así lo ha solicitado el Gobierno. La Real Fábrica de Tapices es única en esta artesanía.

Procesos que se mantiene desde el siglo XVIII y se realizan trabajos muy especiales y de gran calidad, pero la Real Fábrica de Tapices es también Restauración y mantenimiento con innovación y técnicas punteras de este siglo XXI. Cuando se analiza el tejido se hace con un estereoscopio digital y ver las fibras. Una labor básica para ver su estado, si están presentes, como suele ser habitual, ácaros, musgos y hongos. Para conseguir acabar con estos “bichos”, entre 21 y 40 días, se somete el tejido a un proceso de anoxia.

A continuación, según Klecker, llega un reportaje fotográfico “con una técnica muy novedosa a nivel mundial”, para ver cuántas restauraciones anteriores se ha realizado, cuando un tapiz tiene varios siglos ya a sus espaldas. El siguiente paso, según el presupuesto del cliente, se lleva acabo la limpieza, una estabilización o una intervención más profunda. En los casos más largos, la restauración puede superar las 2.000 horas de trabajo.

La Real Fábrica de Tapices tiene otros cometidos, como la limpieza de cualquier tipo de tejidos, como los uniformes de la Guardia Real, así como mantones de Manila o piezas únicas como los baldaquinos del Congreso de los Diputados. Klecker de Elizalde no se olvidó de señalar que otro trabajo es el teñido, en una sala que ha permitido la conservación de oficios centenarios. Su apuesta es siempre por utilizar lo menos posible los tintes naturales por que son “altamente tóxicos”.

En la labor de esta más que centenaria institución hay dos objetivos, según su director general: la economía sostenible, con tejidos naturales, y la economía circular, con el reciclaje del agua de las piscinas de los tejidos. Además con los restos de los linos y las alfombras se hace “un sustrato vegetal”.

Exposición didáctica

‘Real Fábrica de Tapices. 300 años de Historia’ tiene un marcado carácter didáctico y divulgativa del trabajo artesano de los maestros liceros, grandes maestros en el uso del telar por el alto lizo, que aprenden con gran destreza a dibujar una cara, unas manos y unos pies. Lo hacen del revés y tumbados para manejar la canilla y son capaces de hacer los ojos alineados.

La muestra estará abierta hasta el 15 de noviembre en las salas de Palacio del Torreón de Lozoya. El horario de apertura es de martes a viernes, de 10.00 a 14.00 horas, y de 16.00 a 19.00 horas. Los sábados se extiende el horario de tarde hasta las 20.00 horas, y los domingos solo en horario de mañana. Los lunes el Torreón está cerrado.