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¿Por qué la ganadería extensiva es vital para prevenir incendios?

Castilla y León está sufriendo el peor verano que se recuerda en la lucha contra el fuego

Piden ayudas para fomentar ganado extensivo como prevención de incendios
Piden ayudas para fomentar ganado extensivo como prevención de incendiosRafael BastanteEuropa Press

Castilla y León está sufriendo el peor verano que se recuerda entre los más viejos del lugar en la lucha contra el fuego. El mes de julio ha sido fatídico con más de 80.000 hectáreas calcinadas en numerosos incendios forestales por toda la Comunidad, pero con la provincia de Zamora como trágico protagonista, ya sea con la catástrofe de laSierra de la Culebra,donde las llamas arrasaron más de 30.000 hectáreas, quince mil de ellas en una sola noche, en un fuego sin precedentes, según han contado los propios bomberos que participaron para sofocarle.

Pueblos de la sierra de Gredos abulense, de León, el Monsagro en Salamanca, han sufrido también en sus carnes la desolación que trae el fuego a los lugares que calcina, por culpa en la mayoría de las ocasiones del hombre, que está detrás de más del 90 por ciento de los incendios que se producen ya sea de forma intencionada o por una negligencia.

E incendios que traen consigo un daño casi irreparable para muchos de los vecinos,la mayoría de avanzada edad, que viven en estos municipios rurales afectados, que ya no verán nuevamente con sus ojos la tierra igual que hasta ahora, puesto que se tardarán décadas en recuperar las zonas asoladas.

Unas tragedias medioambientales que, como cada año, también vuelven a poner encima de la mesa un viejo debate: el de la falta de cuidado de los montes durante el invierno o el hecho de que la Comunidad se esté quedando sin ganadería extensiva, vital en esta labor de prevención. De hecho, existe un gran consenso en que la acumulación de material vegetal susceptible de arder es un factor que genera un enorme riesgo de incendio forestal.

¿Y por qué es tan importante la ganadería extensiva a la hora de prevenir incendios forestales?

La vegetación ha sido históricamente modelada por la actuación de los herbívoros, antes predominantemente silvestres y posteriormente domésticos disminuyendo así su papel como combustible ante un incendio. Pero en los últimos años estos paisajes se están abandonando y degradando, ya que las prácticas tradicionales que los sostenían ni resultan rentables, por lo que en muchas zonas de montaña no hay cultivos, ni aprovechamiento de leñas, hay menos rebaños y los matorrales colonizadores van ocupando pastos y bosques. Se crean, así, superficies uniformes y continuas con una alta densidad de vegetación inflamable y favoreciendo la propagación de un fuego a lo largo de centenares de hectáreas y con rapidez, si se une un fuerte viento y cambiante.

Por ello, el pastoreo y la ganadería tradicional, que desbroza el monte de forma natural, eliminando masa vegetal a coste nulo y creando un paisaje heterogéneo que impide la propagación de las llamas, es imprescindible para retirar vegetación potencialmente combustible, así como para mantener las zonas abiertas o desbrozadas, aunque no es la única solución, ya que debería combinarse con otras estrategias que ayuden a conservar la naturaleza y el territorio.

La labor que hacen un rebaño de ovejas o cabras comiéndose los pastos previene incendios y, además, fomenta la economía local y fija población, por lo que la ganadería extensiva está llamada a ser un pilar fundamental de una nueva política rural.

Además, el pastoreo permite conservar infraestructuras vitales para la prevención y extinción de incendios como caminos, puntos de agua o casetas. También facilitan labores de vigilancia del monte y sirven de elemento disuasorio para posibles incendiarios.

La ganadería extensiva, desde hace miles de años, proporcionando fertilidad al suelo mediante el estiércol o aportando semillas que garantizan la resiembra y la conservación y recuperación de especies, y, por ende, mantienen la biodiversidad originada por la labor que implica el pastoreo.