El debate parlamentario se agita y avergüenza a sus señorías

Lo vivido este miércoles en las Cortes, y por segundo día consecutivo, no deja en buen lugar a sus señorías y aleja un poco más a la ciudadanía de la política y sus representantes, que son también los del pueblo llano.

La llegada de Vox a la Junta ha encrespado los ánimos de la oposición, del PSOE y Unidas Podemos principalmente, aunque también son constantes las «pullas» que lanza el procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, en sus redes sociales, a las que este último suele contestar, también con cierta sorna e ironía, pero sin pasar de ahí. hasta este martes pasado, cuando casi al final de la sesión de control a la Junta, durante una intervención de Igea, el número dos de Mañueco llamaba desde su escaño en voz baja «imbécil» y «presunto delincuente» a Igea,molesto porque este se había mofado de él por haber participado en el programa de televisión «Masterchef.

Lo que provocaba, a su vez, la sorpresa primero, e indignación después, del dirigente «naranja», que llegó a decir del vicepresidente que es una «vergüenza» su presencia en las Cortes. Un malestar que se extendía ayer, ya en la segunda sesión, al resto de partidos de la oposición.

El socialista Luis Tudanca criticaba al vicepresidente y afeaban al presidente de las Cortes y de la Junta, Carlos Pollán y Fernández Mañueco, respectivamente, que no hayan dado un toque de atención a García-Gallardo y condenado los hechos.

Si bien, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Fernández,iba más allá cuando en su intervención sobre la toma en consideración de la proposición de ley para elegir a los senadores criticaba este nuevo modelo «porque puede derivar en casos como el de García-Gallardo, que cobra sin hacer nada y cuando le quitan el bozal se dedica a insultar en las Cortes».

Estas palabras sentaban mal al vicepresidente que, nuevamente desde su escaño, increpaba a Fernández, que luego pedía que dejara de hablar «por lo bajini» y tuviera valentía para pedir la palabra «porque puede». El de Podemos se las tenía tiesas también con el popular Raúl de la Hoz, quien le había pedido que abandonara la tribuna de oradores «porque ya tenía los vídeos para colgar en las redes sociales», a lo que Fernández le contestó que no es nadie para mandar y le acusaba de convertir a las Cortes en un cortijo de PP y Vox. Poco antes se había oído entre los escaños un «deja de hacer el gilipollas», por Fernández, añadiendo más tensión a la situación, que acabó con una suspensión de 15 minutos para calmar los ánimos.

Aunque pudo ser peor ya que se escuchó al vicepresidente de las Cortes, Francisco Vázquez, decir que estaba a punto de suspender la sesión y reanudarla por la tarde, mientras acompañaba esa intención con «que se jodan». Finalmente, el vicepresidente tomaba la palabra para, primero, quejarse de los insultos que recibe Vox y él en persona que le avergüenzan, y, en segundo lugar, para pedir a todos volver a hacer de las Cortes la casa de la palabra y no convertirla en una «pocilga».

Antes, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco , en los pasillos de las Cortes, apelaba a la moderación en el debate político y aseguraba que aquellos asuntos que no respondan a los problemas de la ciudadanía los va a tratar “en una conversación privada”con su vicepresidente.

Garoña, como arma arrojadiza otra vez

El Pleno dejaba también un tenso debate sobre la central nuclear de Garoña, en Burgos, con cruce de reproches entre populares y socialistas cargando la culpa del cierre a Zapatero y Rajoy según quien hablara.

Un debate en el que salía adelante una propuesta impulsada por Vox y apoyada por el PP para pedir a la Junta que estudie la posibilidad de que el Valle de Tobalina burgalés pueda albergar una nueva central nuclear de última generación además de la reapertura de las ya existentes, y urgir al Gobierno a promover la inversión y actualización del parque de generación nuclear.