Sociedad

Sentir tradicional en León, cubierta de pendones y carros engalanados

Los leoneses festejan como se merece a San Froilán, en el día grande de estas fiestas

Pendones de León, imponentes junto a la Catedral
Pendones de León, imponentes junto a la CatedralLa RazónLa Razón

León y los leoneses han vuelto a disfrutar este domingo de una de sus tradiciones más arraigadas y queridas, como es el hecho de poder ondear los pendones de las localidades y comarcas que forman parte de la provincia leonesa por las calles del casco antiguo de la ciudad en el Día Grande de las Fiestas de San Froilán.

Terminada la ceremonia de las Cantaderas en tablas, la música, los bailes y el sentir tradicional inundan las calles cubiertas de pendones y carros engalanados.

Una tradición queha regresado con fuerza y en un día estupendo en lo climatológico después de dos años de limitaciones impuestas con motivo de la pandemia del coronavirus, que, por ejemplo, el pasado año impidió celebrar este acto tradicional que quedó reducido a una exposición estática en distintos puntos de la ciudad.

Más de 300 enseñas de estos municipios y zonas han participado, al ritmo de tambores, dulzainas y gaitas, en un desfile de pendones y pendonetas que arrancaba en la plaza de San Marcos de la capital, donde sus portadores han exhibido destreza y determinación, continuaba en dirección a la plaza de Regla, donde los pendones quedaron depositados sobre la reja de la Catedral, en una de las estampas más coloristas de las festividades.

Un desfile de pendones y pendonetas que supone recuperar una de las señas de identidad más reconocibles de las fiestas de San Froilán.

Antes, se celebraba la tradicional ceremonia del Foro u Oferta de Las Cantaderas en el Claustro de la Catedral de León, una secular y esencial conmemoración que forma parte del acervo cultural leonés y que ha sido declarada de Interés Turístico Regional.

El alcalde de León, José Antonio Diez, hizo esta vez de síndico municipal representando los intereses de la ciudad de León en esta batalla dialéctica frente al Cabildo Catedralicio, representado por el capitular, Mario González.

Una ofrenda a la Virgen de Regla para agradecer la mediación divina en la victoria cristiana en la batalla de Clavijo en el año 844. La derrota de los moros sirvió para abolir el ominoso tributo de las cien doncellas, cincuenta jóvenes nobles y cincuenta plebeyas, que eran introducidas por las sotaderas en las artes amatorias y cultura musulmanas para, después, entregárselas al califa de Córdoba.

LEON, 02/10/2022.- El alcalde de León, José Antonio Diez (i), y el representante del Obispado Mario González participan en la tradicional ceremonia de las Cantaderas, este domingo en León. EFE/ J. Casares
LEON, 02/10/2022.- El alcalde de León, José Antonio Diez (i), y el representante del Obispado Mario González participan en la tradicional ceremonia de las Cantaderas, este domingo en León. EFE/ J. CasaresJ. CasaresAgencia EFE

Este hecho ha dado origen a la celebración de la ceremonia de Las Cantaderas, en la que se enmarca la discusión, que ha tomado el nombre de “foro u oferta”.

El regidor ha hecho un minucioso repaso de la historia y ha recalcado que el pueblo de León acude libremente a realizar esta ofrenda, que se materializa con frutas, hogazas de pan y lirios.

El representante de la Iglesia ha aconsejado al alcalde que elija la sabiduría y cambie de opinión para reconducir siglos de una historia mal contada, informa Efe.

En tono jocoso, González ha sacado a colación incluso al secretario general del PSOE en Castilla, Luis Tudanca, compañero de partido del alcalde y con el Diez ha mantenido públicas desavenencias.

”Si los de dentro le tratan mal, ya le tratamos bien los leoneses”, ha apostillado el representante del Cabildo, que le ha espetado que “con amigos como Tudanca no necesita enemigos”.

El alcalde, firme en su propuesta, ha recalcado que “ni el rey, ni la Junta, ni el Gobierno, ni los fondos Next Generación que tanto están ayudando sufragan el tributo que voluntariamente el pueblo leonés concede la Iglesia”.

En su argumentación, Diez ha hecho un minucioso repaso de la historia que ha dado origen a esta tradición, una exposición que, según González, está demasiado basada en la historia, de la que ha dicho desconfiar.

Le ha recomendado que utilice el pasado “sin manipulaciones” y “como un trampolín hacía el futuro y no como sofá dónde se queda uno anquilosado”, y ha insistido que hasta el propio archivo municipal reconoce que el tributo es “obligatorio”.

Ha aconsejado al síndico municipal que no se empeñe en cambiar la historia y ha advertido de que era mucho daño perder cien doncellas cada año en una ciudad que entonces apenas llegaba a los 12.000 habitantes.

Un eterno debate que quedó nuevamente en tablas entre los convencidos de que libremente realizan la oferta al Obispado, y los que aseguran que la ofrenda es una obligación.