Los sindicatos claman contra las políticas de Vox

Las calles y plazas de Castilla y León fueron esta mañana un bullicio, además de testigo del latido social cuando apenas quedan seis meses para que haya elecciones municipales. Vox y los sindicatos UGT y CCOO copaban el centro de las ciudades para manifestarse en unas concentraciones y manifestaciones que, afortunadamente, se han saldado sin incidentes ni altercados en ninguna de las desarrolladas en todas las capitales de provincia.

En el caso de las promovidas por los sindicatos de clase, y apoyadas por el PSOE, movilizaban a unas cinco mil personas en la calle entre todas ellas, según la delegación del Gobierno, en las que denunciaban que los principios y valores democráticos «están siendo cuestionados» e incluso «pisoteados» en Castilla y León desde la llegada de Vox al Gobierno de la Junta.

Por ello pedían al presidente Fernández Mañueco que les expulse del Ejecutivo «porque no se puede tener a un partido en el Gobierno que odia a sus ciudadanos», según decía Vicente Andrés, de CCOO.

Faustino Temprano, de UGT, por su parte, denunciaba que todos los problemas proceden de las consejerías dirigidas por Vox y apuntaba que los resultados de sus políticas «ya comienzan a tener efectos, ya que Castilla y León se ha convertido en la tercera Comunidad de España de la que más empresas se están marchando», decía.

Unas protestas en las que participaban también asociaciones feministas que echaban en cara a Vox «que se niegue» a reconocer la violencia machista así como su papel protagonista en las políticas excluyentes hacia determinadas colectividades.

El PSOE, con sus líderes

El PSOE salía en tromba a las calles de las capitales de provincia de Castilla y León para participar las protestas convocadas por los sindicatos UGT y CCOO contra Vox. Y lo hacía con sus principales líderes en la Comunidad, con Luis Tudanca, a la cabeza, que participaba en la manifestación de Valladolid haciendo un llamamiento a los «demócratas» a que no se pongan de perfil y planten cara a la «extrema derecha», en referencia al partido que lidera Santiago Abascal y que Gobierna en coalición con el PP en Castilla y León.

«No toleraremos que Vox logre su objetivo de romper la convivencia en esta tierra», decía el dirigente socialista, a quien acusaba a formación conservadora de romper la convivencia con sus «ataques» al Diálogo Social, a la Memoria Histórica, a la igualdad, a la lucha contra la violencia de género y a los derechos y libertades.