Hacia una plena atención integral de los menores con discapacidad

«La protección a la infancia, a los más vulnerables, es un compromiso y una prioridad para el Gobierno que preside Fernández Mañueco, y más aún a los menores con discapacidad que, por las necesidades especiales que tienen, están expuestos a mayores carencias y a una mayor desprotección».

Son palabras de la consejera de Familia e igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, durante la visita que hacía este viernes al Centro Residencial Obregón de Valladolid, que dirige la Fundación Personas, con seis plazas concertadas que están ocupadas por dos niñas y cuatro niños de entre 9 y 16 años.

Allí, Blanco reafirmaba el compromiso de su departamento en la atención de estas personas, y destacaba los más de 2 millones de euros que se van a destinar en las Cuentas del año que viene para colaborar también con la red de ocho centros residenciales específicos que existen en la Comunidad y atienden con calidad a menores con discapacidad protegidos y garantizar sus derechos.

La consejera apuntaba que, en caso de desamparo y riesgo, es «fundamental» proteger a estos menores y proporcionarles una atención integral adaptada a sus necesidades. «Debemos aportar los cuidados físicos y psíquicos que necesiten, además de garantizar su acceso a una educación integral que les permita su pleno desarrollo y en un ambiente en el que encuentren afecto, vínculos, seguridad y estabilidad», decía.

37 plazas ocupadas

Respecto a la red de centros, cabe señalar que estos están adaptados a las diferentes características d la discapacidad que presenten los menores, ya sean d psicofísicas, intelectuales, enfermedad mental o graves discapacidades. En estos momentos, Castilla y León cuenta con 50 plazas concertadas, de las que 37 están ocupadas actualmente. Estos centros se encuentran en la provincia de Ávila (dos), otros dos en Salamanca, uno en León, otro en la provincia de Álava, para menores del norte de Burgos, y dos en Valladolid.

A día de hoy, la Junta tutela a unos 1.400 menores, de los que el 60 por ciento se encuentran en familias (sobre todo, los más pequeños) y, el resto, en centros residenciales. Los 37 niños y adolescentes que están bajo la protección de la administración autonómica. La consejera reconocía que estos niños con grandes discapacidades tienen muy difícil disfrutar de un acogimiento en familias.

Isabel Blanco agradecía igualmente a las entidades que colaboran con la Junta para acoger a estos menores con discapacidad su buena disposición para ampliar el número de plazas concertadas, en caso de ser necesario.

«De lo que se trata es de conseguir su plena inclusión en nuestra sociedad y garantizarles un futuro en esta tierra de oportunidades que es Castilla y León», decía.

En este sentido, ponía en valor el trabajo realizado por Fundación Personas con veinte menores ucranianos con discapacidad procedentes del orfanato de Armenteros, en Salamanca, hasta el punto de que continúan asistiendo al Centro Residencial Obregón de Valladolid para realizar actividades por la tarde.

La consejera explicaba que tres niños aceptaron regresar a su país después de asegurar que eran mayores de edad, pero que el resto continúa en Valladolid en distintos recursos, en función de las discapacidades, y solo uno, también mayor de edad, decidió ir a Salamanca.