Sociedad

Defienden que la Constitución está “más viva que nunca”

El presidente del Consejo Consultivo, Agustín Sánchez de Vega, pone en valor los 44 años de vigencia de la Carta Magna española

El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, inaugura la jornada sobre la Constitución organizada por el Consejo Consultivo de Castilla y León
El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, inaugura la jornada sobre la Constitución organizada por el Consejo Consultivo de Castilla y LeónEduardo MargaretoAgencia ICAL

Cuatro expertos constitucionalistas de las universidades públicas de Castilla y León defendieron que la Constitución de 1978 está viva y es garantía para los ciudadanos y las instituciones, aunque se decantaron por introducir reformas para su actualización y para cerrar el estado autonómico, pero siempre desde el consenso.

Los catedráticos de Derecho Constitucional de las universidades de Valladolid, Fernando Rey; de Salamanca, Ángela Figueruelo; de León, Esther Seijas, y de Burgos, Luis Esteban Delgado, reflexionaron sobre las fortalezas, trayectoria y futuro de la máxima norma de convivencia de los españoles en una jornada organizada por el Consejo Consultivo de Castilla y León y las Cortes regionales.

Antes de la intervención de los expertos la jornada la abrieron el presidente del Parlamento autonómico, Carlos Pollán, quién destacó lo “oportuno” de la celebración de esta actividad, y el máximo responsable del Consejo Consultivo, Agustín Sánchez de Vega, que afirmó que la Constitución atraviesa “un momento complicado” con “nubarrones” ante reformas, que “están en boca de todos”, y que pueden situar en el sentido político en los límites constitucionales.

Asimismo, puso en valor estos 44 años de vida de la Carta Magna porque consideró que ha llevado al periodo histórico de España de mayor progreso y libertades.

No obstante, alertó de “nubarrones” ante los problemas de los principales partidos para elegir a los miembros del Tribunal Constitucional y Consejo General del Poder Judicial y a la propuesta de reforma para que no sea por tres quintos del Congreso.

Según el presidente del máximo órgano consultivo de la Comunidad, la Constitución se basa en el diálogo y el acuerdo para que las decisiones beneficien a la mayoría de los ciudadanos pero estimó que las reformas propuestas por el Gobierno “pueden beneficiar a un porcentaje mínimo”, lo que, en su opinión, va a colocar al sentido político en los límites constitucionales.

Tras la intervención de Sánchez de Vega, que también fue el encargado de moderar el foro, Fernando Rey observó un problema estructural en el estado de las autonomías e ironizó con que “España no se rompe porque nunca ha estado unida” y Luis Esteban Delgado también habló de “dar una vuelta considerable” al título octavo de la Constitución, aunque indicó que las nacionalidades y regiones son todas comunidades autónomas.

Las Cortes acogen un coloquio sobre la Constitución Española en su 44 aniversario, organizado por el Consejo Consultivo de Castilla y León
Las Cortes acogen un coloquio sobre la Constitución Española en su 44 aniversario, organizado por el Consejo Consultivo de Castilla y LeónEduardo MargaretoAgencia ICAL

En este sentido, la catedrática de la Universidad de Salamanca, que subrayó que el estado de las autonomías quedó interrumpido en 1936 y está “indefinido, inacabado y abierto”, argumentó que igualar a las 17 será difícil porque “las que llevan la delantera” no van a querer, aunque sí planteó en una futura reforma introducir la denominación de todas las autonomías.

Tras expresar que el concierto vasco y navarro es “una contraprestación a las minorías” que los gobiernos de distintos colores “siguen pagando, porque no se negocia gratis”, resaltó que, pese a ello, “se ha salido adelante con este texto”.

“La política nacional se hace desde la óptica independentista”, añadió después Fernando Rey, que indició en como la política territorial unida a la falta de dinero a partir de 2011 por la crisis económica y financiera ha supuesto el nacimiento de los populismos de izquierda (Podemos) y de derecha (Vox), en este caso más por la cuestión catalana.

Esther Seijas, cuya tesis versó sobre “la configuración asimétrica de las comunidades autónomas”, se presentó como “una convencida” de la descentralización y del federalismo como solución a los problemas territoriales, si bien en este momento abogó por “primar el estado social” y rechazó que las comunidades sean “contrapoderes”.

Entre posibles reformas, habló del desarrollo legal de la Jefatura del Estado y Figueruelo lamentó que la voz de las mujeres no se escuchara y la redacción de la Constitución este en masculino genérico. “No se da el ambiente adecuado para la reforma”, apostilló Luis Esteban Delgado.

Por su parte, Rey separó dos momento en esta trayectoria constitucional, los primeros 33 años de desarrollo institucional, con estabilidad y optimismo, y el momento en el que “se fastidió”, lo que achacó a la crisis que supuso contar con menos dinero y llevó, en su opinión a una radicalización, germen del nacimiento de los populismos y de una mayor exigencia de los independentistas catalanes que pidieron un concierto como el vasco y un referéndum de autodeterminación.

Los cuatro subrayaron que la Constitución no contempla el referéndum, donde Rey manifestó que el texto constitucional es “un muro y protege” ante esa petición independentista. “Hay que vivir respetando las normas que obligan a gobernantes y gobernados”, afirmó Ángela Figueruelo.

Precisamente, Delgado vio “ventajas más que inconvenientes” en la rigidez de la Constitución para una reforma y destacó que el estado constitucional “ha salido de estados críticos”, como aplicar por primera vez los artículo 155 de la Constitución, para Cataluña, o el 116 de estado de alarma por la pandemia.

Finalmente, Rey afirmó que “menos mal que existe la Constitución con su mala salud de hierro”, Ángela Figueruelo manifestó que “no es un texto perfecto” pero es “el mejor “, Esther Seijas abogó por la cultura constitucional y Luis Esteban Delgado diagnóstico “una buena salud, con algún achaque”, pero los cuatro valoraron la generosidad de los constituyentes, aunque Figueruelo puso el protagonismo en el pueblo español que quería “democracia y vivir en paz”.