Educación
Argüello anima a las escuelas católicas a formar “una alianza” pese a “la lucha por un alumnado escaso”
El arzobispo de Valladolid llama a repensar la educación afectivo-sexual para incluir la importancia de “el amor y la transmisión de la vida” y se muestra favorable a “la acogida e integración de los que vienen de fuera”
El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, animó hoy a las escuelas católicas a formar “una alianza que reconozca la diversidad de carismas” de la Iglesia católica pese a “la lucha por un alumnado escaso”, que puede convertir a estos centros en “competidores”.
Argüello apostó por superar esta “dificultad objetiva” a través de “la unidad” de una alianza “expresada en cada iglesia particular, en la región, en la comunidad, en la nación y el estado” que “afiance” la búsqueda de “el bien común” y el mensaje del papa León XIV: “Todos en el uno, en Jesús que es el Señor”.
Así lo expresó el arzobispo de Valladolid durante su intervención en la inauguración de la Asamblea de Escuelas Católicas de Castilla y León, que se celebra durante toda la jornada en el colegio San Agustín de Valladolid, y donde Argüello pidió a los responsables y docentes de estos centros “vivir la vocación para la que cada uno ha sido llamado” desde un “pacto educativo global” que sea “santo y seña” de una “alianza social” para la “esperanza demográfica”.
Y es que Argüello consideró que uno de los retos que afrontan no solo las escuelas católicas, sino el conjunto de la educación en Castilla y León, es la falta de alumnos por el crecimiento vegetativo negativo de la Comunidad al que se une el “desafío por el crecimiento migratorio” que “no se puede separar” de la crisis demográfica y su impacto en las escuelas porque “genera tensiones a la hora de la acogida de los alumnos que vienen de otros sitios, culturas y credos religiosos”.
“Es un desafío que da un tono nuevo a la presencia de la escuela católica en muchos de nuestros barrios”, apuntó el arzobispo de Valladolid, que en todo caso se mostró partidario de “la acogida, la integración y la promoción de los que vienen de fuera, a veces en condiciones económicas dramáticas”, sin olvidar la importancia de fomentar una educación afectivo-sexual que no solo se centre en “el carácter sanitario o preventivo de riesgos”, sino que incluya la importancia de “el amor y la transmisión de vida” para lograr atajar la caída demográfica como “desafío de primera magnitud”.
Entre los desafíos de las escuelas católicas de Castilla y León, también incluyó Argüello la necesidad de “integrar, poner en relación unos asuntos y otros” como forma de responder a una “época unidimensional que parece hacernos tratar cada asunto de manera separada”, y mencionó para ello la encíclica ‘Laudato Si’ del papa Francisco que “no es solo una encíclica verde, sino que une el clamor de la tierra y de los pobres” para promover una “ecología humana”.
No obstante, el también presidente de la Conferencia Episcopal reconoció durante su discurso en la inauguración de la jornada que “la catolicidad es un permanente desafío” que también afrontan las escuelas católicas como parte del estado del bienestar al que deben aportar “el papel de pastor, de vocación laical y de vida consagrada”.
Inclusión de dispositivos digitales e IA
Por su parte, la presidenta de Escuelas Católicas en Castilla y León, Encarna González-Campos, enmarcó otros desafíos que afrontan estos centros ante las “demandas sociales que requieren una rápida capacidad de adaptación y respuesta desde el servicio y la coherencia de ser escuela católica”.
En ese sentido, y ante el debate abierto sobre la restricción del uso de los dispositivos digitales en los centros educativos que han tomado algunos gobiernos autonómicos, González-Campos abogó por mantenerlos porque su eliminación “sería un atropello, ya que no se tiene en cuenta todo el trabajo de los equipos directivos y el profesorado para su implementación”.
También se refirió a la llegada e implementación de la inteligencia artificial, un desafío ante el que las escuelas católicas van “adiestrando en su aplicación” a docentes y alumnos desde “el sentido de la responsabilidad y el espíritu crítico” ante una realidad que “como ha manifestado el papa, supone una nueva revolución industrial” y que se debe afrontar, según la presidenta de Escuelas Católicas en Castilla y León, desde la “defensa de la identidad humana”.
Asimismo, abogó por implementar estrategias para que las aulas sean “entornos seguros y acogedores con cada miembro de la comunidad educativa” y mostró su preocupación por la “merma de personas consagradas” en los equipos docentes de los centros educativos por la falta de “relevo y vocaciones”. No obstante, animó a los miembros restantes de las comunidades religiosas a seguir implicados en la educación de los alumnos porque “su presencia, aunque pequeña, sigue siendo muy importante”.
Todo ello durante el inicio de una jornada que también cuenta con la participación de la ponente Judith de la Fuente y su comunicación ‘Educar: eficacia o fecundidad’, la fiscal de la Fiscalía Provincial de Valladolid, María Jesús Garrote, para tratar las ‘Problemáticas derivadas por rupturas familiares: guarda y custodia, patria potestad, recogida de menores y régimen de visitas’, y la consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, que clausura la jornada a las 13.15 horas.