Naturaleza

El buitre negro despega con una población en su máximo histórico: estas son las zonas con más parejas

El número de aves de esta especie se ha triplicado en las dos últimas décadas en Castilla y León

El buitre negro consolida su población en Castilla y León con un récord de 661 parejas
El buitre negro consolida su población en Castilla y León con un récord de 661 parejaslarazonLa Razón

Los resultados del censo de las poblaciones de buitre negro (Aegypius monachus) en Castilla y León en 2022 confirman la tendencia positiva que venía detectándose en los últimos años, ya que se han alcanzado las 661 parejas, lo que significa el máximo histórico para la especie en la Comunidad y el triple de la que había hace dos décadas, según informan fuentes de la Consejería de Medio Ambiente.

La evolución ha sido progresiva desde las 231 parejas censadas en 2000 hasta las 661 de 2022 distribuidas en siete áreas donde destaca el macizo oriental de la sierra de Gredos (Ávila), con 228, y la vertiente segoviana de la sierra de Guadarrama, con 216.

Otras zonas con asentamientos censados se encuentran en las sierras de la Demanda (Burgos), y de Gata y de Francia (Salamanca), según las mismas fuentes.

Por provincias, Ávila alberga la mayor población (311 parejas) por delante de Salamanca (214), Segovia (213) y Burgos (13), con valores medios de reproducción que este temporada han alcanzado los 0,59 pollos hasta sumar un total de cuatrocientos con éxito.

Este rápido crecimiento ha sorprendido debido a que el buitre negro tiene unas tasas de reproducción reducidas debido a que comienzan a criar cada cinco o seis años con una media de un pollo al año.

El aumento en la distribución siempre es de menor magnitud que el de la población dada la alta fidelidad a las áreas de cría, lo que significa que las nuevas parejas se asienten cerca de las zonas de nacimiento.

Una excepción a esto último ha sido la colonización de los Arribes del Duero, una zona myy alejada de los núcleos de población existentes, donde desde hace una década se han instalado varias parejas en la orilla portuguesa del Duero. Por otra parte, la población burgalesa es el resultado de un proyecto de reintroducción llevado a cabo en la sierra de la Demanda, en el límite con La Rioja. En esta zona burgalesa se han realizado sueltas de ejemplares desde 2017 que han permitido el asentamiento de ejemplares reproductores hasta alcanzar las 13 parejas en 2022.

El negro es una de las cuatro especies de buitre que anida en Europa, junto al leonado, alimoche y quebrantahuesos. Suele habitar preferentemente en roquedos y barrancos, y en su dieta carroñera es más escrupulosos que el resto de sus congéneres, ya que prefiere el músculo y por lo general desdeña las vísceras.

De su dieta forman también parte animales vivos como ardillas, lagartos y tortuga que cazan al vuelo y portan al nido.

Dos buitres negros liberados en la Sierra de la Demanda junto a un buitre leonado
Dos buitres negros liberados en la Sierra de la Demanda junto a un buitre leonadoGrefa

En España la especie está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de ‘vulnerable’ y en la normativa europea se encuentra incluido en el Anexo I de la Directiva Aves, donde se establece la necesidad de adoptar medidas específicas para la protección de la especie y sus hábitats

El seguimiento realizado por técnicos, agentes medioambientales y celadores de medio ambiente de la Junta de Castilla y León abarca cada año toda la población de la Comunidad lo que permite conocer la evolución de una de las especies más emblemáticas de Castilla y León.

El periodo de cría del buitre negro se extiende más de seis meses y ya desde el mes de febrero los agentes medioambientales y los celadores de medio ambiente comienzan las visitas a las colonias de reproducción donde contabilizan uno a uno los nidos ocupados por parejas de buitre negro. Durante toda la primavera se realizan visitas periódicas para comprobar la evolución de la reproducción y entrado el en verano se confirma si han criado con éxito.

Finalmente, cabe señalar que, desde hace más de dos décadas los montes de la comunidad en los que está presente el buitre negro se gestionan teniendo en cuenta criterios de conservación de esta y otras especies forestales como el águila imperial. La evolución positiva de estas especies se debe, entre otros factores, a la aplicación de prácticas de gestión forestal sostenible y a la existencia de instrumentos de planificación y ordenación forestal en los montes públicos y privados, cuyo fin es la conservación y mejora de las masas forestales, así como la protección de la biodiversidad existente en ellos.